Antiga Casa Buenavista: el nuevo hotel boutique entre el Eixample y el Raval
El nuevo alojamiento ubicado en el centro de Barcelona en el que sentirse como en casa y que mantiene su esencia modernista
Este verano, la familia andorrana Molleví ha inaugurado Antiga Casa Buenavista, el nuevo hotel boutique entre el Eixample y el Raval. El alojamiento de 4 estrellas se encuentra en un magnífico edificio modernista de principios del siglo XX, en el número 84 de la Ronda Sant Antoni de Barcelona. Un hotel majestuoso a la vez que acogedor, con el máximo objetivo de que sus huéspedes se sientan como en casa.
Antiga Casa Buenavista cuenta con 43 habitaciones exteriores, algunas con balcón o terraza privada. El espacio interior ha sido diseñado con los típicos suelos hidráulicos, molduras, celosías y cristaleras de estilo modernista barcelonés combinados con un toque eclético contemporáneo. Todos y cada uno de sus detalles arquitectónicos te trasladan automáticamente a otra época en cuanto pones un pie en el hotel. De esta manera, todo el espacio rinde homenaje a la historia del edificio.
El proyecto arquitectónico de Antiga Casa Buenavista
El estudio TDB Arquitectura se ha encargado de la construcción de la Antiga Casa Buenavista. El arquitecto Juan Trias de Bes y su equipo son los que han dado forma a este acogedor y lujoso establecimiento. Para ello, han mantenido la fachada original del edificio y sus esgrafiados y han renovado todo el interior con elementos típicos de la arquitectura modernista barcelonesa.
Por otro lado, para el interiorismo han contado con la asesoría del equipo de MINIM. Asimismo, Concepción Padilla se ha encargado del interiorismo y la decoración del restaurante Casa de Comidas Buenavista.
El restaurante: Casa de Comidas Buenavista
En 1918, Mateu Molleví y su esposa Conxita abrieron el restaurante Casa Buenavista en los bajos de este edificio. En aquel entonces, el establecimiento se hizo muy popular gracias a su cocina tradicional y a su perfecta ubicación, junto a un recién estrenado Teatro Goya. Tanto artistas, intelectuales y burgueses como clases populares y familias del barrio hicieron del restaurante su punto de encuentro. La casa de comidas estuvo abierta y gestionada por la familia Molleví hasta mediados de los años 70. Casi 50 años después, Àlex y Guille Molleví, bisnietos de los fundadores, han sido los encargados de reabrir el restaurante y crear el nuevo hotel Antiga Casa Buenavista para ofrecer una experiencia más completa, de la mano de su padre.
La Casa Buenavista sigue siendo un restaurante familiar de gastronomía auténtica y local. Para mantener su espíritu, han contado con el chef Marc Roca, a quien la pasión por el producto de calidad y de temporada también le viene de familia. Su madre era de Castellnou d’Olugues, cerca de Cervera. Allí, Marc pudo experimentar el placer de comer las verduras recién cogidas o una espinada de cerdo de matanza reciente. Un acercamiento a lo natural que despertó el interés de Marc por la cocina. Los gastrónomos describen la cocina de Marc Roca como terroir, con platos de la tierra a veces muy evolucionados, así lo aseguran desde Casa de Comidas Buenavista.
Así, este negocio centenario ha sabido mantener su esencia original gracias a un espíritu marcadamente local. Además, cuenta con numerosos detalles que rinden homenaje a la historia del restaurante, como dibujos de la antigua carta. La Casa de Comidas está completamente integrada en la Antiga Casa Buenavista, el hotel boutique con todo el carácter y la esencia barcelonesa.