¿Cómo afecta la astenia primaveral a tu piel?
Nunca le prestamos la atención que merece a pesar de que ella dice mucho de nosotros y es nuestra carta de presentación. Ella es nuestra piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo y expuesta a numerosos cambios y agresiones. Pero ¿sabes que tu piel también se ve afectada por la astenia primaveral?
El paso de las estaciones nos exige adaptarnos a los cambios de temperatura, la alimentación, la calefacción, el aire acondicionado, así como los rayos del sol. La astenia primaveral es un fenómeno real que nos afecta tanto física como intelectualmente. Pero, ¿cuál es el impacto de la astenia primaveral sobre la piel?
Aquí te dejamos 5 tips para combatir la astenia primaveral.
La astenia primaveral y la piel
La astenia primaveral es una sensación puntual y subjetiva de cansancio sin que exista una causa orgánica clara y definida, pero que se relaciona con el inicio de la estación. Un arranque que a veces es más traumático si las temperaturas altas son tempranas y se producen unas fuertes oscilaciones de humedad y de presión atmosférica.
Aunque no está considerada como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, sí que se considera que puede requerir de atención facultativa si esa sensación inicial de tristeza o apatía se cronifica y origina problemas más serios.
Pero, ¿qué cambios experimenta nuestra piel como consecuencia de la astenia primaveral? Con la llegada de la primavera suelen aparecer pequeñas afecciones de la piel como descamaciones en brazos y piernas, mayor cantidad de sebo, cuero cabelludo y rostro, picores generalizados y granos.
Al ser más intenso el sol y las temperaturas más altas también se suda más al haber más humedad, siendo también más frecuentes las reacciones alérgicas.
Esta situación se puede evitar, o al menos paliar, si se llevan a cabo una serie de pequeños cambios en las rutinas de aseo y cuidado de la piel. ¿Quieres conocerlos?
¿Cómo adecuar el cuidado de la piel durante la primavera?
Al cuidado habitual e imprescindible de la piel de limpieza, hidratación, tratamiento y protección solar, cuando llega la primavera es preciso añadir también las siguientes acciones:
- Cambiar nuestra crema hidratante de invierno, de textura más cremosa, por una crema más fresca y ligera, más apropiada para la primavera-verano.
- Además, las cremas de protección solar que empleamos en invierno han de cambiarse por un protector solar más alto para evitar los daños que puede provocar una radiación ultravioleta más intensa.
- La hidratación pasa a tener más relevancia por los cambios de temperatura. Para ello es interesante llevar siempre encima agua termal o un tónico facial para refrescar la piel cuando sintamos algo de sequedad o tirantez. Para ello es importante rociar ligeramente el rostro a lo largo del día para conseguir refrescar, revitalizar y tonificar la piel para mejorar el aspecto de la piel
- Es fundamental convertir esta acción en un gesto diario para recuperar el nivel de hidratación, suavidad y tersura de la piel, además de optimizar su aspecto.
- Además, se ha de cuidar la piel también desde el interior, complementando el cuidado de la piel con una dieta rica en nutrientes como las vitaminas C, la E y el ácido fólico. Se trata de reforzar la piel tomando vegetales, especialmente verdes, legumbres y frutas y verduras de color rojo, ricas en licopeno.
- Por último, y no menos importante, es básico acudir al dermatólogo para consultar con él para diagnosticar qué es lo que nos ocurre, prevenir y tratar las afecciones de la mejor manera posible.
Con incluir estos hábitos y precauciones antes del arranque de la primavera podremos evitar los efectos de la astenia primaveral sobre la piel.
