Entrevista a Marta Torrón

Marta Torrón es fisioterapeuta de suelo pélvico experta en fisiosexología y crecimiento sexual y de pareja y ayuda a mujeres a conocer su cuerpo para que puedan disfrutar de su sexualidad sin dolor y sin miedo. Para ello, imparte programas, talleres y lleva a cabo sesiones de fisiosexología tanto presenciales como online. Además, es autora del libro Tu cuerpo mola, que forma parte de Menstruita, el proyecto de su hermana Cristina Torrón que educa en materia de sexualidad a través de libros y divertidas ilustraciones.

Para aquellas personas que no conozcan la fisiosexología, ¿podrías contarnos qué es y qué trata?

La fisiosexología es una rama de la fisioterapia del suelo pélvico. La formación troncal es la fisioterapia, de la que surge la especialidad de suelo pélvico y de ahí la fisiosexología. Aunque la especialidad de fisiosexología se puede cursar sin haber hecho la especialidad de suelo pélvico. Esto conlleva un problema, ya que las pacientes acuden a una fisiosexóloga creyendo que va a poder ayudarlas del mismo modo que una fisioterapeura de suelo pélvico, cuando no tienen la misma formación. Esto ocasiona que las mujeres no logren tener una experiencia completa y satisfactoria, además de no encontrar solución a su problema, algo que me ocasiona tremenda pena.

Desde la fisiosexología, acompañamos y ayudamos a encontrar una solución a las mujeres que tienen dolor vaginal, dificultad de llegar al orgasmo, fallo en la lubricación y falta de libido. En cambio, si solo se tiene la especialidad de suelo pélvico, entonces se es experta en periparto (preparación al parto y recuperación postparto). También en incontinencia de orina, de gases o heces, incompetencia abdominal, hernias, prolapsos, tratamiento de cicatrices (desgarro, cesárea, etc), ayudar a que los músculos se rehabiliten, incluso tras una intervención de un mioma o histerectomía, etc. La combinación de ambas áreas hace que el acompañamiento sea total. También llevamos casos de hombres, ayudamos con problemas de erección, de eyaculación precoz o retardada, dolor al llegar al orgasmo, enfermedades autoinmunes como peyronie, incontinencia tras las intervenciones de próstata, etc.

Volviendo a lo del dolor vaginal y para remarcar a qué me refiero con esto, no solo hablo del dolor en la vagina durante el coito, también puede surgir en diferentes situaciones, como cuando intentas ponerte la copa menstrual o te hacen una exploración en ginecología. Este dolor puede ser tan intenso que incluso te puede llegar a marear. Esta problemática es mucho más común de lo que nos pensamos, hace unos años hicimos una encuesta en la que participaron 46.000 mujeres, de las cuales la mitad decían tener dolor en la vagina y, de estas, el 60% alegaban que lo tenían desde siempre. Esto es un hecho muy importante y grave que las mujeres tendemos a tapar como si solo nos pasara a nosotras solas. Además, cuando vas al ginecólogo y te hacen la exploración, te dicen que está todo bien. Esto se debe a que, desde la medicina, los ginecólogos y ginecólogas, no son expertos en el músculo, el experto es el fisioterapeuta. Por tanto, los ginecólogos van a saber detectar si hay algo a nivel orgánico, como infecciones o temas dermatológicos vulvares, pero no saben valorar cómo está funcionando un músculo, no saben si está espástico, rígido, etc.  Y es ahí donde reside el quid de la cuestión.

Pero, sea cual sea el caso que estemos tratando, no solo nos centramos en esas partes concretas, sino que miramos también cómo trabaja el abdomen, la respiración, el diafragma y la postura al estar sentado y de pie, cómo camina, coge peso, etc.

Lo que más me impactó fue ver que todos y cada uno somos pacientes de esto, ya que crecemos con una idea tabú de los genitales, el placer, el dolor, la sexualidad…

¿Cómo descubriste esta modalidad? ¿Qué te hizo iniciarte en ello y qué fue lo que más te atrajo?

La descubrí en la carrera, cuando estaba estudiando fisioterapia, porque había unos módulos en los que se enseñaba acerca del suelo pélvico e incontinencia de orina y aluciné enormemente con toda la información que había. A raíz de ahí, pude dibujar toda esa zona del cuerpo que tenía completamente borrada en mi cabeza. Esto es un concepto que utilizo en las rehabilitaciones, el redibujar nuestra anatomía.

¿Qué es lo que más demandan las mujeres cuando acuden a ti? ¿Y qué tipo de mujer suele ser?

La mayoría de mujeres que acuden a mi consulta vienen porque tienen dolor en la vagina, aunque están bastante a la par con las mujeres que vienen por la recuperación postparto.

El tipo de mujer es muy variado porque el dolor vaginal puede estar provocado por diversas causas. Hay mujeres que lo tienen desde siempre y otras a las que les aparece tras algún acontecimiento concreto. Tanto si sucede por una u otra causa, se realiza una propuesta de acompañamiento especifico según el caso concreto de la clienta.

Si hablamos de las mujeres que lo tienen desde el principio, notan el dolor al intentar ponerse un tampón o copa menstrual, con las exploraciones ginecológicas o incluso con la masturbación, y sucede desde muy temprana edad. En el caso de las mujeres que han empezado a sentir dolor a raíz de algún acontecimiento, puede ser que sea por haber sufrido candidiasis de repetición, que estén en la menopausia o en el postparto, etc.  Como se puede observar, son perfiles diferentes con edades dispares que comparten la misma problemática.

¿Consideras que sigue habiendo mucho tabú sobre la sexualidad femenina? ¿Es posible que de ahí vengan muchos de los problemas que padecemos las mujeres en este ámbito?

Existe muchísimo desconocimiento y se vive con mucho tabú acerca de todos estos temas. Precisamente por ello, las personas vivimos con más gravedad todo lo que nos sucede al respecto y cuando descubrimos y entendemos lo que pasa, la ansiedad se reduce muchísimo.

Te voy a poner un ejemplo, para que puedas entender con cuánto tabú o equivocación se viven ciertas informaciones. Tengo un libro que se llama Tu cuerpo mola, que forma parte de la colección Menstruita, a raíz de ahí, me han hecho muchas entrevistas en la televisión, radio… y una de las preguntas que más se repite es: “Si damos información sobre el cuerpo, los genitales, sobre el placer y la sexualidad a los niños y las niñas, ¿no estaremos favoreciendo una hipersexualización o un interés antes de tiempo?” La respuesta es no. Todo lo contrario, cuando tienen la información de todo lo que pasa, la curiosidad a lo desconocido se relaja y lo que realmente estamos haciendo es que tengan todo el conocimiento y las herramientas para hacer lo que quieran y para actuar en consecuencia.

En países como Suecia o Finlandia, la educación sexual está en las escuelas desde los 3 años, tienen programas en la televisión educativos y dibujos donde se habla de esto, y son países en los que, según la estadística, la práctica del coito se hace más tarde. Con esto no quiero decir que, si se hace más tarde o más temprano sea mejor o peor, lo que quiero decir es que muchas veces si no tenemos información, aprendemos buscándola y la mayoría de veces no es el lugar adecuado, en cambio, dando esta información a nuestros hijos, los protegemos en este ámbito.

El principal factor que provoca poco deseo o pocas ganas, es el desconocimiento de no saber cómo funciona nuestra capacidad de sentir placer, nuestra sexualidad…

¿Cuál es la base para tener un suelo pélvico sano y firme?

Para tener un suelo pélvico sano tiene que reunir tres factores igual de importantes: que esté fuerte, móvil y elástico. A veces, nos quedamos con la idea de que solo hay que tenerlo fuerte, y por ello solemos hacer los ejercicios de Kegel, ya que lo recomiendan mucho en el ginecólogo o en las clases de yoga, pero eso es una pequeña parte de lo que necesita el suelo pélvico.

Uno de los talleres que ofreces es en relación al dolor vaginal, ¿dirías que es un punto a tratar ya que lo padecen más mujeres de las que nos pensamos y que hemos asumido ese dolor como algo normal? ¿Cuáles suelen ser las causas para que esto se produzca?

Esta pregunta más o menos la he respondido con las anteriores, pero sí que quiero remarcar algo interesante del programa Stop Dolor, para que las mujeres entiendan qué es lo que hay que hacer. Es muy importante salir del dolor para abrirse al placer. Estos dos conceptos van de la mano porque si solo nos centramos en salir del dolor, nos vamos a quedar con mujeres que eliminen el dolor pero que no sepan conectar con el placer. Esto se debe a que, como siempre han vivido con ese dolor genital, no han podido desarrollar una sexualidad placentera, de seguridad y confianza. Sino que han desarrollado una sexualidad a medias, en la que han estado alerta para poder reaccionar enseguida ante el dolor, y no relajadas para poder disfrutar de ese momento plenamente.

Todo el programa se desarrolla para que las mujeres entiendan y apliquen todas las herramientas útiles para salir del dolor y abrirse al placer. La próxima edición será la décima. Es un programa online que funciona muy bien y que ha ayudado a muchas mujeres. Han llegado muchos bebés a este mundo gracias a ello porque han podido superar el dolor y volver a tener coitos, han tenido partos maravillosos y quiero que esto se sepa.

Al principio me creó controversia hacerlo online porque pensaba “soy fisio, si no toco a las mujeres cómo voy a ayudarlas”. Pero la clave está en los años de experiencia que tengo acompañando a las mujeres con este tipo de problemática, así como la facilidad de transmitir qué pasos llevar a cabo y cómo. También es importante entender lo que seguramente vas a sentir porque la vida, a veces, nos lo pone en el camino. Yo misma tuve dolor en la vagina después del nacimiento de mi primer hijo, que ya tiene 6 años. Estuve acudiendo a mis colegas fisios, pero no acababa de salir del dolor y empecé a recabar información de formaciones que había hecho más allá de la fisioterapia. Empecé a tratarme, me monté un programa para mí y no solo salí del dolor, sino que empecé a experimentar unos grandes cambios en mi placer y en mi sexualidad. Así que, empecé a ayudar a mis pacientes con todo lo que había hecho para mí y el éxito fue rotundo: el cambio fue enorme en la superación de las mujeres con este problema. Comencé a ayudar de manera online hasta que, finalmente, hice el grupo de Stop dolor.

La sexualidad forma parte de la salud y el equilibrio mental, emocional y social de las personas. Nos relacionamos distinto cuando nuestro ámbito sexual está en paz y te sientes plena.

Activa tu Libido es otro programa que impartes, ¿cuáles son las cusas que favorecen la poca libido sexual entre las parejas o con uno mismo? ¿La edad puede ser un factor en este tema o no depende tanto de la edad como de las circunstancias que uno mismo está viviendo?

La libido es otro de los pilares fundamentales en el que hay que acompañar a la población general. El principal factor que provoca poco deseo o pocas ganas, es el desconocimiento de no saber cómo funciona nuestra capacidad de sentir placer, nuestra sexualidad… Creemos que las ganas de tener sexo o tener deseo de masturbarse vienen por sí mismas y esperamos el momento para compartirlo con otra persona o con nosotros mismos, como si estas ganas indicaran salud o la chispa que se enciende y existe en la pareja. Esto es un error que viene dado por la desinformación, las ganas hay que activarlas y es un proceso muy bonito. Pero, como la información que tenemos está entre el amor romántico de Disney y el porno, algo super alejado de la realidad, creemos tener un problema y tenemos muchos pesares, tristezas y frustraciones diarias y de pareja. Esto se debe a que se tiende a pensar que quizá ya no estamos enamorados y ya no podemos estar juntos, y acaban visualizándose con una vida futura sin sexo.

Pero, en realidad, lo que pasa es que nadie nos ha explicado cómo cuidar el placer y eso es lo que se trabaja en el programa. No podéis imaginar los vídeos que nos envían las personas que se han tratado, es para llorar de alegría, por un lado, y de rabia por otro, porque han vivido engañados mucho tiempo. Toda esta información no se promueve en el ámbito de la sanidad pública, educación, publicidad… Pero, sobre todo, que, si se hace en un futuro, se haga de forma veraz y real.

La clave es que hay que guardar tiempo para tener sexo, para poder relajarse, ubicar la mente, para poder aplicar todas las técnicas necesarias para poder sentir ese placer, como respirar, tocarse, etc. Primero debes llegar a la relajación profunda y después a la excitación profunda. La relajación y la excitación son sinónimos en este caso, y esto es importante, porque siempre asociamos la excitación con rapidez, acción, corazón acelerado, sudor… y esto en realidad equivale a la situación previa al orgasmo, pero no al resto del acto, todo lo previo depende de los niveles de relajación a los que hayas llegado. Hay que hacer un gran trabajo de creencias, de hábitos, conocimientos de la propia sexualidad y placer, también de anatomía, emocionales, etc.

Por último, quiero añadir que el sexo no solo forma parte del ocio, sino que forma parte de nuestra propia salud. El ocio siempre lo dejamos para lo último porque tenemos tanta carga, tanta responsabilidad en nuestras vidas, que no cabe en la rutina diaria. Primero hacemos las cosas urgentes o “necesarias” y esto lo dejamos para el final. Pero la sexualidad forma parte de la salud y el equilibrio mental, emocional y social de las personas. Nos relacionamos distinto cuando nuestro ámbito sexual está en paz y te sientes plena. Por ello, hay que cambiar esa mentalidad y darle la prioridad que se merece para nuestro propio beneficio.

También has sacado un libro que se titula Tu cuerpo mola, aprende a descubrirlo”. ¿Qué podemos encontrar entre sus páginas? ¿A quién se lo recomendarías? ¿Es apto para todos los públicos, como, por ejemplo, a niñas preadolescentes para que puedan empezar a conocerse?

En Tu cuerpo mola trabajo algo que para mí es indispensable, que es la prevención. Con tal de dar la información que nos ayude a ordenar las ideas que podemos tener confusas y aclarar lo que se va a ir desarrollando en los próximos años. Lo que hay en el libro es lo mismo que les digo a las mujeres que vienen a la consulta, pero adaptado a un lenguaje que puedan entender las niñas. Hablo, por ejemplo, de los movimientos que pueden hacer con el suelo pélvico para poder prevenir todos los problemas que hemos comentado antes. También trato el tema de la prevención para las primeras relaciones sexuales que puedan tener, para que primero de todo, conozcan su cuerpo. Además, desvincular de lo que la publicidad nos bombardea, las trampas que nos ponen lo medios, etc.

La verdad es que está teniendo mucho éxito, se han vendido más de 20.000 copias y ya está presente incluso en las escuelas. También ha sido traducido al catalán, y francés e, incluso, podemos encontrarlo en LATAM. Estoy feliz y me emociona la acogida que está teniendo y también feliz por las niñas que están aprendiendo todo sobre ellas.

En términos generales, ¿qué debemos hacer las mujeres para conocer nuestro cuerpo y tener unas relaciones sexuales más sanas?

Es difícil resumir todo, con lo que se me ocurre invitaros a la zona vip de mi web, en la que hay más de 40 horas de directos, de conferencias, talleres… que he dejado ahí con toda la información de forma gratuita. Aunque, obviamente, también están los talleres como el de Stop Dolor para poner orden a todo lo que puede estar pasando en tu cuerpo.

Pero como primer consejo para empezar ese cambio sería: coge un espejo y mírate tus genitales. No para verlo de manera juzgadora y ver si es feo, bonito o si tienes un pelo enquistado, sino para mirarte bien y maravillarte de tus formas, para memorizar cómo es y conocerte, para empezar a hacer las paces, para dejar de sentir que un desconocido vive pegado a tu cuerpo, para normalizar su forma. Con buena luz y tiempo, date 10-15 minutos para poder conseguir todo eso. Cuando en la consulta realizamos este método durante unos 10 minutos con mujeres que nunca se han observado, empiezan diciendo comentarios como “¡Qué asco!, parece un alíen”, y finalizan diciendo que “ya no les da impresión”. Si esto se logra con escasos minutos, imagina si se hace de manera más habitual o si ves cómo cambia y se mueve la vagina durante la masturbación. Con esto vas a superar una de las grandes barreras que hay para disfrutar de la sexualidad, que es la aversión a los genitales.