5 consejos para prevenir el famoso ‘codo de tenista’
¿Sabías que el famoso ‘codo de tenista’ no afecta sólo a los tenistas? La epicondilalgia o el codo de tenista es el síndrome que afecta a estos deportistas, pero no a los de élite. Tan sólo un 5% de los deportistas de raqueta de élite sufre el llamado codo de tenista, es común en personas que se acercan al deporte y no lo practican adecuadamente; y fuera del deporte, en personas que trabajan con ordenadores o en el sector de la industria.
En el centro de Fisioterapia y Osteopatía Sant Gervasi conocen este tipo de lesiones y las trabajan ayudando a mejorar la calidad de vida de sus pacientes, saliendo del tratamiento convencional de mutuas y basándose en un método personalizado y honesto.
Llega el buen tiempo, apetece salir más y hacer deporte al aire libre. Si eres de los que se ha animado a coger una raqueta con todo el furor que ha generado la joven promesa del tenis, Carlos Alcaraz, ganando recientemente los torneos ATP y Masters 1000, tenemos 5 consejos de cómo prevenir el codo de tenista. También te explicamos cómo detectarlo y como tratarlo, si ya lo padeces.
Qué es el codo de tenista
La epicondilalgia es una lesión que afecta los tendones extensores de la muñeca, por lo que será esencial valorar el dolor en la zona lateral del codo, la fuerza de extensión de la muñeca y de agarre de la mano y una prueba de imagen como la ecografía que nos ayude a ver el estado de los tendones.
Qué provoca el codo de tenista
- Jugar con mucha frecuencia al tenis u otros deportes de raqueta.
- Cualquier actividad que involucre torsión repetitiva de la muñeca, como usar un destornillador o, incluso, estrechar manos de manera continuada.
- Estrenar una moto y no estar acostumbrado al manejo del freno o realizar rutas largas.
- Usar constante del ratón y/o el teclado del ordenador.
¿Cuáles son los síntomas del codo de tenista?
- Dolor cara externa del antebrazo en los movimientos del codo y/o muñeca o a la presión sobre la zona afectada.
- Dolor que se irradia del codo al antebrazo. Puede aumentar al coger cosas, girar pomos, dar la mano o practicar determinados deportes.
- Molestias al levantar un objeto como un vaso, una jarra incluso con la simple acción de estrechar la mano.
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5 consejos para prevenir el codo de tenista
Calienta antes de jugar y estira después
Realizar un calentamiento previo a la actividad física mediante movimientos activos de la muñeca y el codo (con o sin resistencia) Realizar un discreto masaje de precalentamiento de toda la musculatura del antebrazo. Tras el ejercicio realizar estiramientos musculares específicos en la zona
Corrige tu técnica
También es recomendable que consultes a tu entrenador o médico deportivo cualquier cambio que puedas incorporar en tu técnica para evitar el sobresfuerzo en los tendones. Un revés mal efectuado suele ser una de las causas principales de la epicondilitis lateral, pero también, por ejemplo, el exceso de fuerza en la empuñadura de la raqueta.
Regula tu tiempo de actividad
A veces se trata de dosificar el tiempo que permanecemos jugando o realizando una actividad repetitiva. Plantéate si debes reducir la frecuencia o en el caso de un deporte, alargar los periodos de descanso entre partidos.
Fortalece tu brazo
Tu médico o tu terapeuta físico pueden enseñarte ejercicios que te ayudarán a estirar y fortalecer los músculos de la muñeca y el brazo, lo que te permitirá estabilizar el área del codo y reducir las posibilidades de lesión. Uno de ellos es, por ejemplo, apretar una pelota de tenis.
Atención también en la oficina
Si sientes dolor al trabajar frente al ordenador, es conveniente que revises la ergonomía de tu puesto de trabajo o estudio (disposición de la silla, teclado y escritorio), al igual que la postura con la que te sientas y escribes.
En el caso de notar molestias tras la actividad física, aplicar hielo en la zona afectada para disminuir el proceso inflamatorio que pudiera aparecer.
Tratamiento del codo de tenista
Cómo trabajan en Fisioterapia y Osteopatía Sant Gervasi
Desde Fisioterapia y Osteopatía Sant Gervasi nos explican que en lo que se refiere al tratamiento, siempre se deben considerar tres componentes principales: protección, disminución de la inflamación y fortalecimiento de los músculos y tendones.
En el centro tienen diversos tipos de técnicas para reducir y mejorar los síntomas a corto plazo y medio plazo como la terapia manual, la punción seca o la diatermia.
Como en todas las lesiones una buena educación sobre esta patología será esencial:
• Necesitaremos una buena historia clínica para determinar qué acciones repetitivas son las que nos han llevado a este momento y ver cómo podemos modificarlas, para gestionar mejor las cargas que recibe el brazo y poder volver lo antes posible a su actividad habitual.
• El ejercicio terapéutico será la base del tratamiento y es que necesitamos trabajar y reforzar ese tendón para poder volver a la práctica deportiva o de la vida cotidiana. Aquí no sirve olvidarse los ejercicios al salir de la sesión.
• Saber que es una lesión de larga evolución que puede llevarnos incluso a 1 año o más para poder recuperarnos completamente, aunque un 90% de los casos se recuperan en ese tiempo o presentan una mejoría significativa. Empezar el tratamiento de fisioterapia dentro de los primeros 3 meses se ha visto que es un factor de buen pronóstico para la recuperación.
