Ventajas y desventajas de los lácteos desnatados

El alto contenido en grasa de algunos lácteos los convierte en desaconsejables para algunas personas
Los lácteos están presentes en la dieta de la gran mayoría de las personas en nuestro país. Si incluimos a España dentro de las regiones que siguen una dieta mediterránea, resulta prácticamente imposible descartar los lácteos de nuestra gastronomía tradicional. El queso, la leche, o los yogures son algunos de los alimentos más presentes en nuestro día a día. Pero si tenemos en cuenta el valor tan elevado de grasa que poseen muchos de estos lácteos, muchas son las personas que optan por pasarse al mundo de los “desnatados”. Veamos qué debemos tener en cuenta para elegirlos.
¿Qué es un producto desnatado?
Se denomina desnatado aquel producto lácteo que ha sido desprovisto de su nata, es decir, la grasa. Los productos desnatados más frecuentes en nuestro mercado suelen proceder de la leche de vaca (con un mayor consumo en nuestro país). La gran mayoría de los derivados lácteos se obtienen de esta leche, principalmente los yogures. El problema, es que la leche de vaca contiene alrededor de un 3% de grasa, especialmente la saturada y colesterol.
Es por eso, que el consumo abusivo de este tipo de productos no es recomendable para nadie, pero especialmente para personas con problemas cardiovasculares o sobrepeso.
Ventajas de los desnatados
- No contiene grasa y es mucho más ligero.
- Su digestión es mucho más fácil.
- Menos clórico.
- No pierden el contenido en calcio.
Desventajas y deficiencias de los desnatados
- Sabor atenuado.
- Deficiencia vitamínica, especialmente de la A y la D.
¿A quién se recomiendan los lácteos desnatados?
En principio, todo el mundo puede consumir lácteos desnatados, aunque se recomiendan especialmente a personar que deban controlar su peso, que tengan problemas cardiovasculares o el colesterol alto, y también aquellos que padezcan de problemas digestivos.
También son una opción muy válida para niños o menores de edad con problemas de sobrepeso o con dietas poco equilibradas y muy ricas en grasas. Aunque si no es el caso, y el menor no tienen ningún tipo de problemática o deficiencia, es igualmente saludable hacer uso de los lácteos regulares en proporciones adecuadas.
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