Un plato en la mesa.

Hace más de 10 años que la ONG AMIC, ahora junto a la Fundación Dr. Iván Mañero (DrIM), llegó a Guinea Bissau para ayudar y trabajar codo con codo con la población y con Casa Emanuel, una asociación dirigida por misioneras cuyo principal objetivo es atender las necesidades de los niños en riesgo de exclusión social.

El principal objetivo de estas ONG’s era común: mejorar las condiciones de vida, principalmente, de los niños y las mujeres de este pequeño país africano. Para ello crearon el programa de “Atención a la Infancia en riesgo” de donde nacieron una gran multitud de proyectos y actividades que, hoy en día, permiten, por ejemplo, repartir más de 900 comidas diarias entre los niños más desfavorecidos, ofrecer una educación de calidad a más de 500 alumnos sin recursos, conseguir un hogar para 140 niños y niñas abandonados, huérfanos o víctimas de abusos o que más de 30.000 pequeños sean atendidos cada año por su Centro Médico.

Durante 2015 y 2016, el programa de “Atención a la Infancia en riesgo” quiere hacer especial hincapié en cuatro proyectos principales: luchar contra la desnutrición infantil, mejorar la atención sanitaria de los más pequeños, conseguir que ningún niño se quede sin escuela y mejorar la atención de los niños con discapacidad.

UN PLATO EN LA MESA

La Lucha contra la desnutrición infantil en Guinea Bissau es uno de los frentes en los que tanto la ONG AMIC como la Fundación Dr. Iván Mañero llevan luchando más tiempo.

Guinea Bissau es el séptimo país del mundo donde más niños menores de 5 años mueren cada año, más de la mitad de las muertes infantiles son resultado, directa o indirectamente, del hambre y la malnutrición. Enfermedades tan habituales entre los pequeños como una varicela o una diarrea se convierten en mortales cuando el crío que las sufre sólo tiene acceso a una comida al día a base de arroz.

Y es que la crisis internacional ha afectado gravemente a los habitantes de este pequeño país de África Occidental: en septiembre de 2008 el precio del arroz era un 68% más alto que el año anterior. Desde entonces no ha dejado de crecer lo que ha dejado a más de la mitad de la población en una situación de inseguridad alimentaria, porque la mayoría de los pequeños agricultores de Guinea-Bissau no produce suficiente arroz para alimentar a sus familias durante todo el año.

Desde la Fundación DrIM y la ONG AMIC se han a cabo diferentes actuaciones para luchar contra la desnutrición infantil a través del Comedor Social Infantil de la Escuela Comunitaria, el de Casa Emanuel  Hafia, el de la Granja Escuela Biombo y el servicio de comidas del Hospital Pediátrico y Maternal, entre los cuales se reparten más de 900 comidas al día entre los niños huérfanos, con riesgo de exclusión social o que pertenecen a las familias más pobres de entre los pobres.

Pero la lista de espera para recibir una comida de calidad y equilibrada al día no deja de crecer. Por ello, para este año, ambas organizaciones se han propuesto abrir un nuevo Comedor Social Infantil, en Hafia, que atienda a aquellos niños más pequeños que no acuden a la escuela porque aún no tienen edad para hacerlo (menores de 4 años).