The Test Kitchen: contrastes y sabores.

The Test Kitchen invita a sus clientes a vivir un mundo de contrastes y sabores que no dejan indiferente a nadie. Con una propuesta culinaria original y arriesgada, este restaurante ya se ha hecho un hueco entre los grandes y sigue apostando fuerte por la calidad y el contraste.

Ubicado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, este restaurante abrió sus puertas en noviembre de 2010 de la mano del chef británico Luke Dale-Roberts. Desde su inauguración, ha sido galardonado con múltiples premios, pero cabe destacar que desde el año 2012 el Test Kitchen ha figurado entre los 50’s World Best Restaurants, llegando el pasado 2015 a alcanzar el puesto 28 de la lista.

Nacido en Inglaterra, el cocinero Luke Dale-Roberts es el alma del lugar. Con una formación culinaria formada y desarrollada en Suiza, este dinámico chef pasó cinco años inspirándose en el continente asiático, trabajando en Singapur, Corea, Malasia y Filipinas. Como él mismo dice, su tiempo en Europa le enseñó a cocinar, y su etapa en Asia le ayudó a ampliar sus horizontes. Toda esta mezcla gastronómica y cultural ha sido de gran influencia a la hora de experimentar y crear la clase de cocina que se puede encontrar en The Test Kitchen.

Así pues, el tipo de cocina que sus clientes encuentran cuando visitan este restaurante, es un mix ecléctico de gustos y sensaciones, de componentes y de técnicas de cocina internacionales. Con una gran facilidad para mezclar ingredientes antagónicos, sus platos transmiten una libertad y un encanto que hacen que no puedas evitar entrar en el mundo de contrastes que ofrece este lugar. Siempre manteniendo un cuidado excepcional por los productos principales, se trabaja su elaboración con sofisticados toques de color y sabor.

Otro de sus atractivos es la organización del espacio, ya que la cocina del restaurante es abierta lo que permite a los comensales poder ver en directo cómo se preparan los platos e interactuar con el proceso creativo de los cocineros. Los interiores y decoración juegan un papel muy importante en la experiencia de los huéspedes, instalaciones hechas a medida por el artista Mark Rautenbach que investiga la relación entre el fuego, la comida y la alquimia, además de cerámicas creadas por John Bauer que añaden profundidad y aportan un aire especial a la vajilla. Además de muebles vanguardistas y mesas decoradas por Sandalene Roberts, esposa del chef, que aportan serenidad y un estilo hogareño al lugar.

Mezclas sorprendentes, talento y pasión por la gastronomía, hacen de este restaurante un lugar contemporáneo con una particular personalidad, marcada por el propio camino de su dueño. Porque cuando la pasión incansable y el talento singular se fusionan, aparece esa magia, la cual convierte a The Test Kitchen en un lugar especial y maravilloso.