Sri Lanka, la perla del Índico
Sri Lanka, conocida como la perla del índico, es un rincón del mundo donde vivir experiencias en lugares tan especiales como las playas vírgenes de Trincomalee o safaris al estilo africano en la zona norte del país (Mynnerilla).
La antigua Ceylán
El territorio, antiguamente conocido como Ceylán, cuenta con ocho lugares considerados Patrimonio de la Humanidad. Aacoge hasta 20.000 ejemplares de elefante y cuenta con un pasado colonial portugués y holandés, que dejó a su paso ciudades tan importantes y bellas como Galle y Colombo.
Galle es la ciudad perfecta para conocer la historia de Sri Lanka. Su legado se puede palpar en cada rincón de la ciudad, que quedó repleta de palacios y villas de arquitectura colonial, ahora utilizados como boutiques o cafés.
La Roca del León puede presumir de ser uno de esos grandes tesoros que hay que ver en Sri Lanka. Alzándose monumental entre jardines y piscinas naturales, se ha convertido en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país. También es uno de esos puntos de interés que hay que visitar en un viaje a este destino.
Las playas vírgenes de Trincomalee van desde las palmeras de la desértica playa de Uppuveli hasta la tranquila y paradisiaca Nilaveli, convirtiéndose en el lugar perfecto para desconectar.
Entre ellas destaca Pigeon Island, un paraíso de coral donde entregarse al snorkel. Infinidad de peces de todos los tamaños y colores, una vegetación marina que le hace la competencia al arcoíris y la posibilidad de codearse con tiburones hacen de este destino un lugar especial.
Además, viajar a Nuwara Eliya es introducirse de lleno en el mágico mundo del té. Es visitar las fábricas de Pedro Tea State y la de Mackwood’s Labookellie y es avistar, desde lo alto de una colina, la alfombra de distintos tonos verdes que forman los campos de té más importantes del mundo.
Paseando por este paraje tan natural, siempre acompañado por el intenso olor a la famosa infusión inglesa, se puede uno encontrar con las mujeres tamiles. Son expertas recolectoras que caminan hábilmente por la densa vegetación y muestran al más curioso cómo recoger el té de las hojas.
El animal sagrado de Sri Lanka
En Sri Lanka el elefante es un animal protegido y venerado, por eso hoy se han convertido en uno de los grandes símbolos del país. El turista puede verlos y cuidarlos con todo el mimo que se merecen por los parajes naturales más típicos de Asia.
Para observarlos muy de cerca, lo mejor es un safari por alguno de los parques nacionales. En el parque de Yala se pueden ver acompañados de leopardos, cocodrilos, ciervos o jabalíes. Pero también pueden ser vistos en las diez mil hectáreas del Hurulu Eco Park o en el casi desconocido Udawalawe.
Tierra del Buda
Por último, Kandy es uno de los lugares más sagrados de Sri Lanka, la perla del Índico. En sus tierras se encuentra protegido por siete cofres un diente del mismísimo Buda.
Así, Dalada Maligawa o Templo del Diente de Buda se convirtió en un centro de peregrinaje al que acuden miles de fieles cada día para venerar la apreciada reliquia.
Este complejo de santuarios convierte la ciudad en el corazón del budismo, con reliquias como los templos budistas de Kataragama y de Vishnu o el Monasterio de Asigiriya.
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