Sonrisas de Bombay apoya a víctimas de trata laboral en España
La trata de personas, una realidad muy presente en España
Hace poco tiempo que el Ministerio del Interior publicó las cifras de las personas liberadas en España de la explotación y la trata, y los números son claros: 1.466 víctimas rescatadas, un 24% más que en 2022.
Desgraciadamente, estos datos son sólo la punta del iceberg de una realidad que está más cerca de lo que pensamos. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hoy en día hay 27 millones de personas en el mundo en situación de trabajo forzoso y sufren lo que podemos llamar la esclavitud del siglo XXI.
El perfil mayoritario: mujeres para la explotación sexual y hombres para la laboral
Alrededor de 6,3 millones de personas enfrentan situaciones de explotación sexual forzada, siendo las mujeres las más afectadas: alrededor del 70 %, seguida de niñas y niños.
En cambio, los hombres suponen más del 60% de las víctimas de trabajo forzoso en el mundo. En España hay cada vez más trata laboral y los sectores más propicios son la agricultura, la pesca, la construcción, el trabajo doméstico (en este caso el 88% son mujeres y niñas), la hostelería y la restauración.
Según el último informe del Gobierno de España, en el año 2023 se liberaron 291 víctimas de la trata sexual, de las cuales 284 eran mujeres y 7 eran hombres. En cambio, en lo referente a la trata laboral se rescataron a 133 hombres y 60 mujeres, con un total de 193 personas liberadas.
Sonrisas de Bombay en España
Hace unos años, la fundación Sonrisas de Bombay se dio cuenta de que la problemática de la trata de seres humanos estaba más cerca de lo que parecía eimpulsó un proyecto de prevención de la trata en España y acompañamiento a víctimas originarias del sur de Asia. Gracias a su legado y su trabajo en países como Nepal, India, Bangladesh y Pakistán, dan soporte a personas víctimas de la trata procedentes de esta zona. Según el último informe sobre trata en España, países como Pakistán y Bangladesh se encuentran entre los destinos más frecuentes de víctimas de trata laboral.
El equipo que lidera el proyecto en nuestro país se ha encontrado con muchos casos de explotación laboral, específicamente en hombres jóvenes y de mediana edad pakistanís supervivientes de la explotación. Actualmente, se está acompañando a 6 hombres procedentes de una región muy pobre de Pakistán que estaban siendo explotados en unos supermercados de un pueblo del Maresme, en Cataluña.
Akram, explotado a la vista de todos
Como muchas de las víctimas con las que se encuentra la organización, Akram (nombre ficticio) proviene de una región muy pobre y solo pudo estudiar hasta primaria. Padre de una familia numerosa, sobrevivía en su país trabajando en el campo y en pequeños empleos que conseguía. Como muchas de las personas que viven en situaciones de pobreza y vulnerabilidad, estaba dispuesto a emigrar para mejorar su situación y la de su familia y pagó más de 10.000€ a un conocido que le prometió que le llevaría hasta España y le conseguiría un buen trabajo.
Cuando llegó aquí, pero, topó con la realidad. Le metieron en un supermercado donde tenía que trabajar 24 horas al día, los 7 días de la semana, a cambio de solo 400 € y le amenazaban que si salía a la calle la policía lo deportaría a su país. Tenía que dormir dentro del local en un pequeño colchón y comer delante de la caja registradora. Los tratantes los explotaban bajo falsas amenazas y promesas de regularizar su situación. Tras más de dos años de vivir como un esclavo, pudo escapar gracias a la denuncia de un superviviente de la misma red de tratantes, quien estaba siendo acompañado también por el equipo de Sonrisas de Bombay.
A día de hoy, Akram está realizando una inserción sociolaboral con Sonrisas de Bombay, donde está mejorando el idioma y aprendiendo en un curso de capacitación profesional. Para las personas que han vivido brutales episodios como este, si su salud física y mental lo permiten, es de vital importancia ocupar su tiempo con actividades que les repercutan positivamente, y aprender el idioma es fundamental. También está realizando una formación de cocina en la Fundación Mescladís, en Barcelona, en su programa “Cocinando oportunidades”, y gracias a la cual tiene muchas oportunidades de conseguir empleo.
Akram confía en poder ahorrar dinero y traer a su familia; solo quiere para él, para su mujer y sus hijos, las oportunidades que nunca tuvo en su país de origen.
La trata de personas está más cerca de lo que pensamos, pero gracias a la gente que colabora con Sonrisas de Bombay, la fundación puede ayudar a que personas como Akram puedan recuperar su vida y que nadie tenga que vivir una vida como esclavo.
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