Reinvención culinaria a la catalana.
Caminar por el distrito de L’Eixample significa cruzarse con la parte más modernista de Barcelona y respirar arte en cada esquina. El distrito más céntrico de la ciudad condal no solo alberga maravillas arquitectónicas sino también culinarias.
Una de las joyas emblema de la gastronomía de Cataluña es Ósmosis. El restaurante se autodefine como un espacio en donde se puede degustar comida catalana renovada. Reinventar platos es una tarea que el chef Raúl Roig, y el equipo de Ósmosis, sigue haciendo impecablemente.
La “carta” es una palabra que no se suele mencionar en el restaurante. En cambio, hay menú degustación que puede variar entre la versión de 5, 7 y 9 platos y, cada dos semanas se van cambiando, jugando con las temporadas.
La aventura culinaria pasa a través del Foie micuit con manzana a la vainilla, para seguir con el Arroz meloso de setas y trufa negra fresca y terminar con la Torreja Ósmosis, helado de romero, manzana verde e infusión de manzanilla. Estos son algunos de los platos que podéis probar, acompañados por las sugerencias de vinos gracias al conocimiento del equipo de sumilleres.
Los productos son de máxima calidad, ya sean locales o de origen extranjero, lo que prima es el uso de buena materia. Es por ello que prefieren trabajar sin intermediarios y acceder a sus propios proveedores.
El chef Raúl Roig se inspira en lo que le gustaría comer a él mismo. Cuenta que aun cuando está fuera de la cocina no desconecta de ella. Su pasión por el arte culinario no significa solo sentarse a pensar y que la mente dé muchas vueltas para poder crear un nuevo plato, sino es saber evolucionar y destacar por sobre las demás ofertas gastronómicas de la ciudad. “Hay mucha competencia, lo que tienes que hacer es diferenciarte en las salsas, las guarniciones y darle la vuelta a los ingredientes”.
