Qi Gong, la disciplina que combate la ansiedad
Una práctica milenaria que trabaja la respiración, la meditación y la conciencia corporal para mejorar la salud física, mental y emocional.
Son muchas las tradiciones milenarias que nos llegan de Oriente destinadas al bienestar del cuerpo y la mente. Desde hace décadas, el uso de la acupuntura, el yoga, la tuina o la fitoterapia forman parte también de nuestras sociedades. Y ahora se une también el Qi Gong, también conocido como Chi Kung, una de estas disciplinas, centrada en trabajar el conjunto de la energía corporal. Lo hace a partir de unas técnicas y movimientos controlados que apaciguan y equilibran no solo el cuerpo y la mente, sino también el espíritu.
Existen dos modalidades principales de Qi Gong: el dinámico y el pasivo. El primero, como su nombre indica, implica el movimiento, siempre lento y controlado. Y el pasivo, por el contrario, focaliza sus esfuerzos en observar la respiración y aquietar la mente. En Occidente, la técnica más usada es la dinámica.
Beneficios del Qi Gong ante el estrés y la ansiedad
La medicina tradicional china busca siempre encontrar el equilibrio entre el Jing (la esencia) el Qi (la energía) y el Shen (el espíritu). Pues bien, el Qi Gong es solo una técnica más para ayudar a hallar la armonía entre estos tres elementos, a partir de la educación del cuerpo, la respiración y la mente. Lo hace mediante posturas estáticas, marchas repetitivas, movimientos estáticos y continuidad de sonidos. Y ¿el resultado de ello? Actuar en beneficio de la salud, del desarrollo personal e incluso ¡la longevidad! A nivel físico estas son las bondades que se harás visibles más rápidamente:
- Mayor flexibilidad y fortaleza del cuerpo.
- Un sistema inmunitario más fuerte.
- Una circulación sanguínea y energética favorecida.
- Mejora en el funcionamiento de los órganos.
- Activación de las energías nutritivas y defensivas.
- Mayor equilibrio entre lo físico, lo mental y lo espiritual.
¿Quién puede practicarlo?
Lo bueno que tiene el Qi Gong es que puede practicarlo todo el mundo; desde jóvenes atléticos, a ancianos y niños. Solo se recomienda que, aquellos que sufran algún tipo de enfermedad crónica consulten a su médico de que la práctica de este ejercicio no suponga ningún inconveniente.
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