Primera experiencia laboral para jóvenes de la mina.

El Casal dels Infants, nace hace más de 30 años, en el barrio del Raval de Barcelona. Comenzó como un grupo de vecinos, decididos a acabar con la situación de pobreza recalcitrante que castigaba a muchas familias del barrio, empezando por sus miembros más vulnerables.

Año tras año, más vecinos, empresas, e instituciones se suman al camino de la inclusión iniciado por estos vecinos comprometidos haciendo de sus proyectos una luz en el camino de estos jóvenes que necesitan orientación y una mano amiga.

Entre sus iniciativas más recientes, los chicos y chicas de Casal de la Mina participan en una prueba de oficios con el que recibirán formación tanto teórica como práctica para adentrarse por primera vez en el mundo laboral, mientras continúan con sus estudios.

Tener una primera experiencia laboral puede ser clave para decantarse con certeza sobre qué camino profesional se quiere elegir y para aprender las competencias básicas que se demandan a cualquier trabajo.

Según la educadora del Casal de la Mina, Cristal Gracia, muchos de los estudiantes de secundaria quieren buscar trabajo una vez terminen el instituto y desde el Casal se les quiere acompañar para garantizar que este proceso sea un éxito. “Con el cata de oficios, los chicos y chicas -una vez identificado el oficio que querrán hacer- pueden saber también qué tipo de formación deberán seguir para conseguirlo”, explica Cristal.

Algunos de los oficios que podrán “probar” son peluquero/a, mantenimiento de instalaciones, y el de monitores/as. Cada joven tendrá un itinerario individualizado que es pactado entre el Casal, la familia y los responsables educativos de los chicos y chicas.

El Taller de la Mina, que será posible gracias al Ayuntamiento de Sant Adrià, es una formación global, que va más allá de aprender las competencias básicas de un trabajo en concreto. “Los jóvenes seguirán una serie de clases formativas en las que recibirán formación teórica y práctica en la profesión y reforzarán algunas temáticas que se trabajan en la secundaria como las lenguas o las matemáticas”, prosigue la educadora, “también se trabajarán contenidos transversales como la gestión emocional y del conflicto o las habilidades comunicativas y emocionales “.