Plantfulness: el antídoto más natural para la ansiedad
Plantas para ser feliz (editorial Vergara) es el nuevo libro de Eva Durán, en el que habla sobre los beneficios que las plantas de interior pueden aportar a la mente.
“El plantfulness es una especie de yoga mental que te permite desconectar de la vorágine diaria y cuidarte mientras cuidas de tus compañeras verdes”.
Eva Durán
Eva Durán (Barcelona, 1977) se define a sí misma como mamá, empresaria, precursora y divulgadora del poder de las plantas y fundadora de la escuela Plantlovers. También dice que nunca se le han dado bien el yoga o la meditación, pero que ha sabido encontrar en las plantas su pequeño oasis en medio de la vorágine del día a día.
“Las personas que no consiguen meditar logran a través de las plantas una calma y un bienestar que les incentiva a sacar cada día un rato para estar con ellas: es como un autocuidado”.
Ella misma acuñó el término plantfulness por primera vez al crear la comunidad de Plantlovers, y las reglas ante esta nueva disciplina son bien pocas; aunque la que siempre debe respetarse es la de disfrutar del proceso. Durán afirma que puede practicarse de muchas formas distintas: simplemente contemplando las plantas, o sembrando las semillas y siendo partícipe de todo el proceso de crecimiento de la planta.
Beneficios del plantfulness ante el estrés y la ansiedad
- Cultivar, no solo las plantas, sino también la paciencia. Al final, los ritmos de la naturaleza no se rigen por nuestras propias leyes.
- Ayuda a mantener la mente en el momento presente.
- Favorece la creatividad.
- Descansa la vista.
- Mantiene los problemas alejados durante unos instantes.
Consejos de Eva Durán para practicar el plantfulness
“Al final es como una relación, tienes que conocerlas, pero también tienes que conocerte a ti mismo para cuidarlas sin sobrepasarte. Las plantas nos enseñan muchas cosas”.
Por eso, el primer consejo que nos da es el de empezar por hacerse cargo de 3 o 4 plantas que sean fáciles de cuidar. Los Pothos, las Scindapsus o las Calatheas suelen ser las más sencillas, pues demandan poca luz y son muy buenas comunicándose. Ellas mismas van a decirte qué necesitan (como más agua o más luz natural) y cuándo lo necesitan. Solo tienes que aprender a leer sus señales (la tonalidad de sus hojas, la textura de su sustrato…).
Durán también aconseja que seamos conscientes de qué necesitamos nosotros como personas. Si disfrutas enormemente del proceso de regado, es recomendable evitar los cactus o las suculentas, porque podríamos ahogarlas con mucha facilidad.
Lo importante es empezar poco a poco e ir aprendiendo sobre la marcha. Al final, los beneficios irán apareciendo con la constancia, aunque le dediques solo 5 minutos al día. Pero no olvides tomártelo con calma y dejar que todos tus sentidos disfruten del proceso. Solo así podrás disfrutar de los auténticos beneficios del plantfulness.