Plan para el fin de semana: visita la exposición de Sorolla en el Palau Martorell

Por Maria Vilatje
Con motivo del centenario de la muerte del artista, el espacio acoge algunas de sus mejores obras.
Hace apenas un mes, el Palau Martorell de Barcelona volvía a abrir sus puertas, nada más y nada menos que con una exposición de Sorolla y otra de Playmobil. Este edificio neoclásico, construido bajo la dirección de Joan Martorell y Montells entre 1886 y 1900, acogía la Antigua Sociedad del Crédito Mercantil. Se encuentra frente a la Plaça de la Mercè, en la calle Ample 11, y ofrece unas fantásticas vistas de la Basílica de la Mare de Déu de la Mercè. Ahora, Palau Martorell se presenta como un proyecto de iniciativa privada, dirigido por José Félix Bentz y Jesús Rodríguez.
El majestuoso edificio, de planta rectangular, cuenta con semisótano, planta baja, dos pisos, ático y azotea. Destaca por sus grandes proporciones, su simetría y la distribución de los elementos decorativos que se encuentran en el cuerpo central de la fachada principal. La planta baja destaca por su gran claraboya sostenida desde dos pisos más arriba, que aporta luz natural a todo el espacio. Por su parte, siguiendo la costumbre de la época, la planta principal se erigió como la más importante. Por eso, en ella se encontraban las dependencias más destacadas y es la única con acceso al balcón. Así que, no podía ser otro que el Palau Martorell el que acogiera esta gran exposición de Sorolla.

La exposición de Sorolla en el Palau Martorell
Sorolla. Cazando Impresiones es el nombre de la exposición que se puede visitar desde el pasado 21 de diciembre hasta el 5 de marzo. Está organizada por Palau Martorell en colaboración con el Museo Sorolla y la Fundación Museu Sorolla y comisariada por Blanca Pons-Sorolla y María López. Esta magnífica exposición de Sorolla está compuesta por 193 óleos en formato pequeño sobre tabla, cartón u otros materiales pertenecientes a la colección del Museo Sorolla. Y es que, a lo largo de su vida, Joaquím Sorolla pintó cerca de 2000 óleos sobre cartones o mesitas de pequeño tamaño, a los que denominaba apuntes, manchas o notas de color.

El formato que utilizaba Sorolla fue cada vez más común a lo largo del siglo XIX entre los grandes artistas. Aunque al principio se consideraban obras íntimas o productos inacabados del trabajo del pintor, pronto se apreció la libertad creativa y empezaron a exponerse y a cotizarse. Sorolla las conservaba en su estudio, sujetas con agujas cubriendo paredes enteras hasta que empezó a enmarcarlas. Aunque son pequeñas en tamaño, son grandes obras que reflejan el arte del Sorolla más brillante. Sin duda, la exposición de Sorolla en el Palau Martorell merece mucho la pena, tanto por las obras, como por el espacio que las acoge.
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