Muere Lluís Llongueras tras una exitosa vida en el arte de la peluquería

Decimos adiós al polifacético artista Lluís Llongueras, que revolucionó el arte de la peluquería. 

Ayer por la mañana falleció el peluquero más reconocido de los últimos tiempos, Lluís Llongueras (Esparreguera, 1936), en Barcelona, a los 87 años de edad a causa de un cáncer de garganta. A pesar de su discutida y mediática vida privada, Llongueras ha dejado un gran legado artístico tanto en la peluquería como en la fotografía y el diseño. Y es que, el artista fue un maestro de las formas que supo evolucionar su estilo con el paso del tiempo y revolucionó el mundo de la peluquería desde sus inicios. Por eso, hoy queremos recordarle haciendo un pequeño recorrido por su trayectoria.

Sus inicios en la peluquería

Lluís Llongueras inició su carrera profesional en una peluquería de la Rambla, impulsado por su padre tras haber probado la pintura y la pastelería sin éxito. El ambiente de la peluquería, rodeado de mujeres, le cautivó. Tan solo 5 años después, durante los 60, Llongueras comenzó su expansión internacional difundiendo fotografías de sus creaciones a través de las principales revistas de moda de todo el mundo. Poco después, inauguró su primer salón de lujo en la zona alta de Barcelona, con Dalí como invitado de honor. 

El artista fue el precursor de que la peluquería  ascendiera al estatus de arte del que goza hoy en día. Fue gracias a él que hoy se ve como algo más que un ejercicio práctico, es un arte que se nutre de otras ramas artísticas como la música, la pintura o la orfebrería. El encargado de crear toda una revolución en los años cincuenta para que las mujeres se modernizasen pero siempre sintiéndose cómodas. Todo esto a manos de un chaval de tan solo 21 años que consiguió marcar un antes y un después en el mundo de la peluquería y en el de las mujeres dentro de la sociedad. En seguida se hizo famoso y su carrera profesional no hizo más que consolidarse año tras año, tanto a nivel nacional como internacional. 

Por otro lado, además de como peluquero, Llongueras también será recordado por su pasión artística. Relacionado con personajes como Dalí, su creatividad nunca estuvo reducida al cabello, sino que mostró su interés por la pintura, la moda o la escultura.

Los valores de Llongueras

Aunque él mismo se definía como un loco, sobre todo se consideraba una persona humanista y generosa. Llongueras decía que se sentía bien si no hacía con los demás lo que no quería que hicieran con él. Fue todo un descubridor de nuevas técnicas y estéticas, siempre adelantadas a su tiempo, que supo compartir en cada paso que daba con todos sus compañeros y que nunca dejó para su propio beneficio. Un espíritu que le llevó a dar mucha importancia a la formación, creando escuela y difundiendo todo lo que fue aprendiendo. Incluso creó un manual, el Método Llongueras, que  difundió a través  de su libro y las clases. 

Llongueras fue un espíritu libre, audaz y curioso que fue denominado un genio, ya que fue un gran innovador en el mundo de la peluquería. Por ejemplo, fue el primero en patentar el difusor o en peinar a contra pelo. Estos avances fueron fruto de una de sus pasiones: ser el primero en probar cualquier artilugio que pudiera aparecer en el sector. Así es como se convirtió en un ser auténtico y único, que siempre fue fiel a sus raíces como gran amante del Mediterráneo. 

Su admiración y defensa de las mujeres

Lluís Llongueras aseguraba que la mujer lo era todo para él y que siempre había sentido una fuerte atracción por ellas. Por eso, siempre defendió a la mujer y quiso contribuir en su liberación, así mismo lo declaraba en los medios: «despeiné a España para liberar a la mujer«. Siempre vio a la mujer como un ser individual, algo que defendió a capa y espada y supo apostar por una belleza con carácter. Él siempre pensaba que cada mujer era única por lo que sus cortes de pelo y peinados debían ser únicos también, buscando la belleza en cada una de ellas. Es entonces cuando da lugar a un elemento de lo más novedoso, adaptar la peluquería a la mujer y no al revés.

Así que, a pesar de su dudosa ética en el ámbito privado, no cabe duda de que Llongueras ha marcado un antes y un después en la peluquería. Por eso, siempre será recordado como ese hombre auténtico que revolucionó el arte de la peluquería durante toda su vida. 

También te puede interesar: