Layering, la técnica de cuidado facial para lucir una piel radiante
La cosmética coreana nos ha traído la técnica de skincare definitiva tengas el tipo de piel que tengas.
Seguro que has oído hablar del layering, la tendencia de ponerse capas de ropa siguiendo la última moda. Bien, pues el layering en belleza es algo muy parecido. Se trata de una técnica de cuidado facial coreana que consiste en aplicar una serie de productos en capas sobre la piel del rostro. El objetivo es hidratarla, nutrirla y protegerla de los agentes externos que pueden dañar a la piel. Esta técnica se basa en la premisa de que, al superponer diferentes productos con texturas y funciones específicas, se pueden lograr resultados óptimos en cuanto a la salud y apariencia de la piel.
Para practicar el layering, es necesario seguir una rutina de cuidado facial que incluya varios pasos y productos, que se aplican en un orden específico para obtener los mejores resultados. Aunque puede parecer una técnica complicada o laboriosa, una vez que se adquiere la práctica, el layering puede convertirse en un hábito diario que contribuya a mantener la piel en óptimas condiciones.
Los pasos a seguir en el layering
Lo primero y más importante que debes tener en cuenta a la hora de practicar el layering es que hay que aplicar los productos de belleza en función de su densidad. Se empieza siempre por los productos menos densos y se termina por los más pesados. Es importante seguir el orden correcto para corregir las imperfecciones y que todos los productos se absorban eficazmente. Este es el orden y los pasos que debes seguir en el layering:
- Desmaquillarse: si llevas maquillaje, el primer paso siempre debe ser este y nunca debes para directamente al limpiador. Si te saltas este paso, no conseguirás eliminar correctamente las impurezas y los restos de maquillaje. Los aceites limpiadores suelen ser buenos aliados a la hora de desmaquillarse, pero puedes utilizar el producto desmaquillante que mejor funcione según tu tipo de piel.
- Limpieza: si no llevas maquillaje, este será el primer paso pero. Es importante utilizar un buen limpiador facial para limpiar la piel en profundidad, eliminando los restos de suciedad y maquillaje que hayan quedado tras la aplicación del desmaquillante. Así, prepararás la piel para las siguientes capas del layering.
- Tónico facial: el tónico o la loción es el último producto de la limpieza. Se utiliza para equilibrar el pH de la piel y prepararla para la aplicación de los productos posteriores.
- Serum: con este paso comienza el tratamiento. Se utiliza para tratar problemas específicos de la piel, como arrugas, manchas, acné o falta de luminosidad. Nunca debes utilizar más de tres serums y, en el caso de que apliques más de uno, siempre debe ser del más ligero al más denso. También es importante dejar un margen de tiempo entre uno y otro para que la piel los absorba.
- Contorno de ojos: el contorno de ojos se aplica alrededor de los ojos para tratar las ojeras, bolsas y arrugas. Es un producto específico porque esta zona del rostro tiene la piel más fina y delicada.
- Crema hidratante: es el producto más denso de la rutina diaria y sirve para proporcionar hidratación y protección a la piel y para sellar los productos aplicados anteriormente. También puede tener tratamiento según las necesidades de tu piel.
- Protector solar: aunque mucha gente ignora este paso, hay que llevarlo a cabo tanto en invierno como en verano en la rutina de día. Es un cosmético imprescindible para proteger la piel de los rayos UV, los causantes del envejecimiento prematuro de la piel.
Ahora que ya conoces todos los pasos y productos que debes aplicar para lucir una piel radiante a diario, puedes llevarlo a cabo con cosméticos que se adapten a tus necesidades y su tipo de piel. Por último, recuerda que, para que cada producto penetre bien en la piel, en el layering debes dejar transcurrir al menos unos segundos entre cada uno.
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