La guía para cuidar tus prendas de lana

Consigue que tus jerséis de lana favoritos luzcan como nuevos durante años.

El sector de las prendas de punto de alta calidad (y también las de las grandes cadenas) está al alza. Las colecciones de prendas de lana, cashmere y otro tipo de tricortados de gama media son cada vez más amplias. Su éxito se debe a que, por lo general, esas piezas suelen ser suaves, calentitas y muy cómodas. Además, son fáciles de combinar entre ellas, o incluso con un par de pantalones de pinza para lograr el outfit perfecto para la oficina.

Lo que no es tan sencillo es mantener estas prendas en buen estado por más de una temporada. Y es que a todos nos ha pasado: tenemos un flechazo absoluto con una prenda de punto, decidimos invertir en ella pensando que es una compra segura, pero acabamos olvidando que esos tejidos requieren unos mimos especiales.

Por eso, recopilamos las reglas indispensables para cuidar tus prendas de lana en una guía que recoge las prácticas prohibidas y los trucos más efectivos para que duren mucho tiempo más.

¿Cómo lavar las prendas de lana?

El proceso de lavado es uno de los más importantes para mantener tus piezas de punto en buen estado. Por eso, hay que hacerlo con el máximo cuidado posible. Un truco que nunca falla es el de lavarlo lo menos posible. Para ello, apuesta por vestir una camiseta fina debajo, para evitar que el jersey esté en contacto con la piel.

Cuando tengas que lavarlo, siempre es mejor hacerlo en seco o a mano, con agua fría y jabones neutros. Estos pasos son importantes porque evitarás alterar la estructura del tejido.

Proceso de secado

La importancia del secado de las prendas de lana es igualmente importante para mantener esas piezas en buen estado. Un secado clásico, al aire, suele ser una buena opción. Intenta colgar las prendas en una percha, y no directamente sobre los alambres. Así evitarás que el tejido se dañe con la presión de las pinzas.

Si optas por hacerlo con una secadora, opta por una que tenga procesos de secado a baja temperatura, para proteger las fibras y evitar que se encojan.

Mantenimiento a lo largo del año

Antes de guardar esa prenda en el armario, asegúrate de que esté completamente seca y no almacene más humedad de la debida. Las prendas de lana y, especialmente de cashmere, son muy delicadas. Por eso es recomendable que las dobles y no las cuelgues, para evitar deformaciones.

Por muy bueno que sea el tejido (y muy grande la inversión que hayas hecho) seamos sinceros: van a crear bolitas. Para evitar esa sensación de desgaste, hazte con un buen cepillo especializado (evita todo lo posible el truco de la cuchilla) y pásalo por encima de la prenda cuando esta esté extendida sobre una superficie plana.

Mantener estos trucos a mano asegurará una larga y suave vida a tus prendas de lana favoritas.

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