“Ikigai”, el secreto de la longevidad.

Seguramente todos hemos oído hablar alguna vez del “Ikigai”, porque desde que Héctor García y Francesc Miralles publicaran Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz (Urano) en 2016, este término oriental no ha hecho más que invadir las redes en España.

“El ikigai es la razón de ser, el motivo por el que nos levantamos por las mañanas”.  Así es como los nativos de Okinawa explican este revelador concepto que ha cambiado muchas vidas. Ogimi es una pequeña aldea de la isla de Okinawa, en Japón, que posee el mayor índice de longevidad del mundo. Y es que en ella viven varias personas centenarias que siguen sintiéndose jóvenes, porque padecen menos enfermedades crónicas y muestran un envidiable nivel de vitalidad.

El ikigai parece ser el secreto para su apacible y larga existencia, pues según afirman, tener un propósito en la vida, una razón de ser, es la esencia de la vitalidad. Es por eso que muchos de los ancianos siguen manteniéndose activos incluso después de la jubilación, pues el afán por seguir dedicando tu tiempo a aquello que te gusta está íntimamente relacionado con el fluir con la vida.

Pero ponerlo en práctica no implica simplemente encontrar aquello que te llena, sino que también intervienen otros factores. Tener fuertes relaciones con tu entorno es una de las claves principales de la longevidad. Tener múltiples ocupaciones es imprescindible para desarrollar fuertes relaciones, ya no solo con el entorno, también con las personas. Tener algo por lo que preocuparte, dedicarle un tiempo y cuidar de ello todos los días ayuda a crear fuertes vínculos con el otro y contigo mismo.

Las relaciones sociales son otro de los elementos clave para una vida larga y feliz. Reunirse, compartir y cooperar con la comunidad es igual o más importante que tener un propósito en la vida. La celebración debería ser un componente elemental de la vida diaria de todas las personas, en el que tuvieran cabida también la música y el baile. Y es que el ejercicio moderado y la actividad física es otro pilar esencial para la longevidad.

La alimentación tiene un gran peso en la salud. Es por eso que los habitantes de Ogimi han compartido también algunos de los detalles de su dieta diaria, compuesta por una gran variedad de alimentos (206 diferentes ingeridos de forma regular) con un gran contenido antioxidante. ¿Un truco? Comer siempre platos variados y de pequeño tamaño, en vez de uno solo de grande, y regirse por el hara hachi bu, es decir, dejar de comer cuando sientas que tu capacidad estomacal está completa al 80%.

Y por último: mantener una mente positiva libre de estrés y estar agradecido. Parece sencillo, pero hoy en día el ritmo frenético de nuestras sociedades acaba por alejarnos de muchos de los principios que son la base del ikigai. Ponerlo en práctica merecerá la pena seguro.