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¿Eres más de balnearios o spas?

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Nos encontramos en la era del cuidado personal. La oferta de tratamientos de bienestar se ha disparado considerablemente en los últimos años, por lo que cada vez se construyen más spas y se reinventan los balnearios. Pero, ¿conoces cuáles son las diferencias entre ellos? Y ¿qué te conviene más?  Pues sigue leyendo.

Desde la antigüedad son muchas las culturas que han construido toda una tradición de ritos curativos en torno al agua. Sabemos que el agua cura y que, todavía hoy, se usa como vehículo terapéutico, no solo para tratar afecciones de salud, sino también con motivos estéticos y relajantes.

Lo cierto es que muchos de los grandes balnearios europeos se han construido siguiendo el modelo de las antiguas civilizaciones griegas, romanas y árabes. Aunque cada vez son más las tendencias que nos llegan de Oriente, como los tratamientos ayurvédicos con base en la medicina china, los masajes tailandeses o las terapias con cuencos tibetanos.

A día de hoy, la oferta de tratamientos dentro de los spas y los balnearios es prácticamente infinita: desde baños de vino, a exfoliantes con oro, pasando por los masajes con frutas congeladas. Pero ante la altísima variedad, las dudas son siempre las mismas: ¿qué elijo? ¿Qué es lo que mejor me conviene?

¿En qué se diferencian los balnearios de los spas?

Comencemos por lo básico. Aunque los tratamientos que en ellos se realicen puedan parecernos similares, lo cierto es que en los balnearios influyen mucho los componentes minero-medicinales de sus aguas. Mientras que las aguas de los spas se tratan y se reciclan, las de los balnearios se renuevan y permanecen limpias de forma natural. Si te preguntas el porqué, es porque existe una legislación que prohíbe los tratamientos de las aguas en estos espacios que puedan alterar sus cualidades terapéuticas.

Balnearios de montaña y spas cerca del mar

Los balnearios situados a las faldas de las montañas suelen producir un efecto sedante y tonificante en sus clientes. Gracias a sus técnicas de hidroterapia (como los baños de agua fría y contrastes de temperatura) se estimula el sistema circulatorio, produciendo un efecto relajante en la musculatura, que deshace contracturas y activa los mecanismos de defensa. Además, los minerales específicos que se encuentran en sus aguas suelen aportar grandes beneficios para la piel.

Por otro lado, en los spas a orillas del mar se trabaja muy activamente la talasoterapia. A los tratamientos se incorporan aquellos ingredientes naturales procedentes del mar, como las algas, las sales, los lodos marinos y el propio clima costero. Este tipo de terapias favorecen la estimulación del metabolismo y del sistema inmunitario, y ayudan en aquellos casos en los que se sufre de hipertensión y nerviosismo.

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