Entrevista a Romuald Fons
Romuald Fons (Barcelona, 1977) es Youtuber, empresario, escritor, influencer y, como muchos dicen: «el Rey del SEO«. Es el fundador de la agencia BIGSEO, de BIGSEO Academy, pilota uno de los canales de Youtube más exitosos de SEO a nivel internacional (más de 800.000 seguidores) y es el autor del libro super ventas Crece y hazte rico.
Su energía, su entusiasmo y su carisma se transmiten, incluso, a través de una llamada de teléfono. Y es que, podemos asegurar, que tras una charla con «Romu» (como él se refiere a sí mismo) uno nunca queda indiferente. Un tipo sin pelos en la lengua que ha sabido ganarse a las masas hablando de temas tan complejos como el SEO, el dinero y la crudeza del mundo de los negocios. Como buen cantante de rock que fue, se sube al escenario de esta entrevista y nos cuenta, sin tapujos, los altibajos de su vida profesional, los pasos que lo han llevado al éxito y su verdadera opinión sobre las redes sociales.
De autodidacta a «rey» del SEO
¿Cómo llegas al mundo del SEO y del Marketing Digital?
Llegué por la necesidad de ganar dinero. Yo me arruiné con el sueño de crear una startup, a lo Marc Zuckerberg. De hecho, me arruiné dos veces: la primera vez intentando crear una red social para intentar hacer la competencia a Facebook y después (tonto de mí y con la ingenuidad de la ignorancia) volví a intentar crear otra startup para hacer la competencia a eBay. Yo solo, desde mi casa: imagina tú qué estupidez, una persona sola desde su casa contra ese gigante…
Llevé a mi familia a la ruina, literalmente. ¡Y con un niño de 4 meses! Fue algo muy inconsciente, porque por aquél entonces no pude ni pagarle a mi hijo una vacuna. En ese momento me di cuenta de que esto no iba de lo que yo quería, sino de lo que el mercado necesitaba. Y si mis decisiones de mierda nos habían llevado a esa situación tan paupérrima, pues también tenía el poder de llevarnos a otro lugar.
A partir de ese momento dejé de querer intentar cambiar el mundo y empezar a llevar dinero a casa. Tan sencillo como esto.
Acabé en el SEO como podría haber acabado siendo cocinero (de hecho por aquél entonces también pensaba en abrir un restaurante). Pero como con las primeras startups aprendí lo que era el tema de tecnología, webs, etc, analizando el mercado vi que había un americano llamado Pat Flynn que estaba ganando 30.000 dólares haciendo SEO. Empecé a ver cómo estaba trabajando (no lo que decía en sus charlas y cursos) y empecé a replicarlo y a mejorarlo.
¿Fue un proceso de autoaprendizaje o recurriste a ciertos cursos?
Cuando yo hablo de “perder el tiempo” (que es algo que menciono a menudo) me refiero precisamente a eso: a realizar cursos o a seguir filosofías que predican los demás. Yo tengo un perfil bastante obsesivo y cuando pongo mi atención en algo, la pongo por completo.
Cuando empecé con el tema del SEO, todavía era un mundo muy desconocido. Dormía lo justo para poder funcionar al día siguiente, pero me pasaba las horas escribiendo, investigando, analizando y mejorando, mirando métricas y sacando mis propias conclusiones. Y cuando veía que algo funcionaba, lo iba escalando. Y de ganar céntimos los primeros meses, al año ya tenía un sueldo básico, al cabo de los dos años ya estaba en seis mil euros, luego diecinueve mil…
“Quiero transmitir la verdad y que la gente tenga una percepción real de mí, de mi trayectoria y del trabajo y los altibajos detrás de mis logros. Quiero que la gente me asocie a lo jodido que es este mundo. Que vean que a mí me salió bien, pero que me podría haber salido muy mal”.
Yo estaba trabajando en una web de microencargos como redactor. Y escribía 15-20 textos diarios, ¡una locura! Para todo: restaurantes, casas de citas… A eso me refiero también a poner el foco a muerte: trabajaba 6 o 7 horas al día para otras empresas para llevar dinero a casa y luego me pasaba otras 8 o 10 horas trabajando en mis webs y mis proyectos.
Todas estas mierdas de: persigue tu sueño y el universo conspira, son patrañas. Mi libro se centra en eso, precisamente. En demostrar que el mundo de los negocios es caótico, que lo que realmente importa es lo que los demás necesitan y no tus sueños. Y que al Universo le importa una mierda lo motivado que estés y lo que tú quieras.
Después de dos fracasos que te llevan a la ruina. ¿De dónde surge la motivación de querer seguir emprendiendo?
Como ya he dicho: de la necesidad de tener que llevar dinero a casa. Si lo que me preguntas es por qué no me conformé con un sueldo de empleado… creo que eso tiene que ver con mi obcecación personal. Yo tengo un problema con la autoridad, sé que no sirvo para trabajar para otra persona, porque me deprime. Porque ya lo he probado, pero siempre he terminado discutiéndome con el jefe.
Youtube y el salto a la fama
¿Por qué apostaste por Youtube como red social para hacer llegar tus conocimientos? ¿A qué crees que se debe tu éxito en esa red social?
No tenía intención de pasar al plano público, pero lo cierto es que el éxito deja rastros.
Ante los miles de perfiles “falsos” que existen en las redes, la gente que realmente influencia un mercado se ve validada y buscada por los profesionales de esos sectores.
Cuando salto a la palestra lo hago porque me mencionan en el que, por aquél entonces, era el blog más importante de SEO. Y pensé: para que otros cuenten mi historia, la cuento yo.
Para que veas, de nuevo, que lo mío es dejarse llevar. Y cuando ya era conocido en el mundo del SEO porque mis éxitos hablaban de mí, decidí lanzarme y darme a conocer como yo quería que me conocieran.
Youtube me pareció la mejor alternativa al blog convencional, porque por aquel entonces ya existían muchísimos blogs muy buenos y con mucho tráfico. Además, tampoco había nadie de mi sector explicando en vídeos de Youtube todo lo que yo conocía. Fue una combinación explosiva.
Dije lo que se tenía que hacer para llegar donde yo estaba, pero no dije cómo había que hacerlo. Eso llegó más tarde, con los cursos de pago.
¿Siendo un empresario y un emprendedor, te molesta que “youtuber” sea el primer calificativo de Romuald Fons cuando te buscan en Google?
Si buscas Romuald Fons también te va a salir: estafador, vende humos… Otra de las leyes de este mundo es que “el éxito ofende”. Yo hace años que estoy en terapia trabajando este tipo de cosas, porque no estamos preparados para que, de repente, haya miles de personas mintiendo u opinando sobre ti, tu persona y tu trayectoria profesional.
Ahora ya he logrado desvincularme emocionalmente con este aspecto, pero no fue sencillo. Eso no significa que en ciertos momentos este equilibrio que he logrado se tambalee un poco. Porque a veces, no son los demás quienes me presionan, sino yo mismo, y ese aspecto es más difícil de gestionar. Ahora he entendido que un alcance de este nivel implica no gustar a ciertas personas, pero sentirte apoyado por muchas otras más.
¿Qué crees que es lo que molesta a la gente para que lleguen a convertirse en auténticos “haters”?
Pues imagino que cada persona debe de tener sus motivos, pero puedo hacerme una ligera idea. Quizás lo que quieren es lograr lo que he logrado yo, pero no son conscientes de que quizás no están dispuestos a sacrificar lo que yo tuve que sacrificar a lo largo de todos estos años.
La gente tiene expectativas muy altas pero está dispuesta a dar muy poco a cambio.
La receta del éxito
¿Qué crees que te diferencia de los demás “influencers” de tu mercado? ¿Crees que tu personalidad y tu carisma te han hecho llegar más lejos y ganar más dinero?
En mi libro lo explico: no hay una receta para el éxito, pero cada uno cuenta con su propia maleta de habilidades. Lo que uno debe hacer es siempre ser sincero con uno mismo.
En el mundo de los negocios, para poder triunfar y llegar lejos, uno debe trabajar los aspectos en los que destaca y no centrarse tanto en mejorar en aquello que carece.
Yo, por ejemplo, tengo una memoria de mierda (y perdón por la expresión, pero es así). Si yo decidiera fundamentar mi discurso en una mentira, en un personaje, la gente se daría cuenta enseguida. Lo que hago es liberarme de mis propios miedos, entenderme a mí mismo e ir a tope con mis fortalezas. Si lo que transmites a través de las redes es real, al final vas a resonar con gente que empatiza contigo y con lo que dices.
En tu libro hablas sobre las 51 leyes para llegar al éxito. ¿Esto es un recopilatorio de las prácticas que te han funcionado a ti?
En mi caso, yo creo que el dinero ha sido una consecuencia. Fue todo un periodo de crecimiento personal para lograr la mentalidad adecuada y generar riqueza y mantenerla.
Por eso, en este libro lo que hago es, básicamente, “cagarme” en la mayoría de libros de crecimiento personal y finanzas que conozco. Porque justamente en esa fase de crecimiento personal por la que pasé, me leí todos esos libros (que no voy a mencionar) y en cierto momento llegué a creérmelas y llegaron a hundirme.
En mi libro decidí ir un poco a machete contra todos y cada uno de estos pensamientos que no son acordes a la realidad ni al mundo de los negocios. Y puedo decirlo porque he recorrido ese camino y me he pegado todas las hostias que podía pegarme.
En mi libro sintetizo todo lo que he desprendido y también lo que he ido aprendiendo, y lo hago en forma de pequeñas píldoras sin paja y lo contextualizo con mis vivencias.
Hablemos de la productividad, ese término que está muy de moda.
Es otro de los conceptos que a mí me llevó a terapia. Porque lo cierto es que existen tantos tipos de productividad como personas hay para ser productivas a su modo.
Te pongo un ejemplo: uno de nuestros mayores logros como empresa fue el lanzamiento del curso “cómo crecer en Youtube”, que logró venderse a más de 1 millón de personas. Pues bien, yo me liberé la agenda con dos meses de antelación para poder trabajar a fondo en ello y no volver loco a mi personal que debía editar y trabajar con todo ese contenido. Porque quien lea mi libro verá, justo al principio, la presentación de todos mis fallos y todo lo malo que tengo (uno de ellos: la impuntualidad, para todo).
Lo que pasó es que cuando empezamos a grabar con mucho tiempo, no me gustaba nada el material que iba saliendo. Eso empezó a generarme un estrés horrible. Pero hablando con mi terapeuta me hizo ver que yo no soy una persona de planificar con mucha antelación. Y uno debe reconciliarse también con ese aspecto de sí mismo. Yo me reconocí, entendí que soy una persona que trabaja mejor bajo la presión del último momento y, finalmente, logré (logramos, gracias al trabajo de todo mi equipo) sacar un curso de “puta madre”.
La mayor lección que aprendí ese entonces es que la productividad no tiene reglas.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido a lo largo de tu trayectoria y la lección que más te ha hecho crecer como persona y profesional?
Algo que aprendí yo mismo es: cambiar mi rumbo y asumir la responsabilidad de mis errores y también de mis éxitos.
Una lección externa me la dio mi padre. Yo estaba trabajando en una empresa de tratamiento de aguas con mi padre (justo antes de empezar a emprender). Fue un tiempo en el que me sentía muy frustrado porque no disfrutaba con lo que hacía, pero por comodidad no cambiaba nada. Y empezaron las fricciones entre nosotros. Yo le decía constantemente que iba a dejar la empresa, hasta que al final un día él me cogió y me dijo: “si quieres hacer algo, hazlo, pero no me lo cuentes”. A partir de ese momento, más por orgullo que por sabiduría, empezó toda la historia que te he contado en esta entrevista.
Por último, dinos, ¿qué tipo de perfiles sigue Romuald Fons en las redes sociales?
Yo he de reconocer que las redes sociales las utilizo únicamente para generar negocio.
Me parecen la cosa más tóxica del mundo, me parecen una mierda que genera necesidades que la gente realmente no tiene y que crean unas adicciones brutales. Pero en cambio, creo que para generar negocio son una herramienta fantástica.