Entrevista a Isabel Sanchís y Paula Maiques en BBFW 2025
Entrevista por Tamara Sánchez
Hay encuentros que se repiten año tras año, pero lejos de volverse rutina, se transforman en pequeñas ceremonias llenas de cariño, admiración y complicidad. Así es nuestra cita con Isabel Sanchís y su hija Paula Maiques, actual co-directora creativa, en el backstage de la Barcelona Bridal Fashion Week, un momento que en VIP Style Magazine esperamos con ilusión y que, por tercer año consecutivo, se ha convertido en una tradición tan luminosa como sus colecciones.
Volver a conversar con ellas es como regresar a casa: entre tejidos exquisitos, bordados etéreos y ese universo femenino que ambas construyen con tanta sensibilidad, siempre hay algo nuevo que descubrir. En esta edición 2025, compartimos no solo su visión de la moda nupcial, sino también una conexión genuina que traspasa el diseño y nos recuerda que la belleza más profunda nace del alma y del amor por lo que se hace.
La firma Isabel Sanchís ha convertido el arte de vestir a la mujer en una declaración de sensibilidad, fuerza y sofisticación. Con más de tres décadas de trayectoria, la diseñadora valenciana ha consolidado su nombre en las pasarelas internacionales, llevando desde su taller en Benaguasil hasta París, Nueva York o Madrid una visión única de la alta costura.
En esta nueva edición de la Bridal Week, presenta su colección 2026: una propuesta ecléctica que transita desde vestidos mini con detalles vanguardistas hasta creaciones de delicado romanticismo, donde las flores —símbolo inconfundible de la casa— cobran vida en impresionantes aplicaciones 3D. Conversamos con Isabel y su hija Paula Sanchís, actual co-directora creativa, sobre inspiración, artesanía, sostenibilidad y la evolución de un legado que continúa floreciendo.
P. Esta nueva colección Bridal 2026 es especialmente ecléctica, desde vestidos mini con hebillas hasta delicados plisados y flores 3D. ¿Qué las inspiró esta temporada? ¿Cómo nace esta diversidad dentro de una misma colección?
R. Esta colección está inspirada sobre todo en todas las mujeres y novias. Siempre que comenzamos el proceso de una colección bridal nos centramos en realizar piezas bonitas y especiales ya que van dedicadas a un día muy especial. Por ello, quisimos poder crear piezas para todo tipo de mujer, evento o celebración para que hubiese un vestido perfecto para cada una de ellas.
Las flores emergen del vestido como si nacieran de él, en un proceso completamente artesanal.
— Isabel Sanchís
2. La flor es su sello y este año ha evolucionado con una estética tridimensional muy artesanal. ¿Qué representa la flor para ustedes como símbolo y como recurso creativo?
R. Para nosotras la flor significa delicadeza y romanticismo, lo cual nos gusta combinarlo con el volumen y algunos detalles vanguarditas. Siempre queremos aplicar las flores de forma diferente y esta vez con un proceso artesanal simulando que emergen desde el vestido.
P. ¿Cómo fue el proceso artesanal detrás de estas flores 3D? ¿Qué técnicas específicas usaron y cuánto tiempo puede llevar crear una de estas piezas?
R. La verdad es que estos procesos llevan semanas y muchas pruebas. Primero comenzamos con la base de las flores y queríamos darle un toque tridimensional con bordados con canutillos en una o dos flores por vestido pero poco a poco vimos que las flores que emergían del vestido le daban un efecto precioso que nos gustó.
P. Isabel, tu historia comienza en un pequeño taller y ha llegado hasta las pasarelas internacionales. ¿Qué sientes hoy al ver esta evolución, compartiendo la dirección creativa con tu hija Paula?
R. Siento satisfacción. Me alegra ver como el trabajo de toda una vida ha dado sus frutos y la gran satisfacción que siento al ver que mi hija trabaja con la misma pasión que yo.
P. Paula, ¿cómo has vivido tú esta transición hacia la co-dirección? ¿De qué forma tu visión aporta un nuevo enfoque a la firma sin perder la esencia que la ha caracterizado?
R. Mi introducción en la empresa ha sido un proceso muy natural y gradual ya que desde bien jovencita he estado en taller junto a mi madre y lo hemos podido disfrutar y vivir juntas. Mi madre dice que aportamos valentía y frescura.
Defendemos el slow fashion y el consumo responsable con piezas cuidadas y de alta calidad.
— Isabel Sanchís
P. En un momento donde muchas novias buscan originalidad sin renunciar a lo clásico, ¿cómo equilibran ustedes lo vanguardista con lo romántico y atemporal?
R. Trabajamos siluetas clásicas y que favorecen con un patronaje muy cuidado pero siempre dando un toque y una técnica más diferente y única. De este modo creamos piezas especiales y diferentes pero con una base que les haga sentir bien.
P. La alta costura parece estar en el ADN de la firma, incluso en colecciones bridal. ¿Qué valor creen que tiene hoy ese enfoque frente al prêt-à-porter más rápido y masivo?
R. Nosotras siempre hemos valorado el trabajo artesanal y de alta calidad propio de la costura y lo aplicamos a todas las colecciones. Defendemos el slow fashion y el consumo responsable y para ello son cruciales piezas cuidadas y de buena calidad.
P. En sus desfiles, el volumen y la silueta femenina cobran un protagonismo especial. ¿Qué les interesa destacar del cuerpo femenino en sus diseños?
R. Siempre favorecemos y realzamos el cuerpo de la mujer y para ello creamos piezas muy diversas que se adaptan a todo tipo de cuerpos, tallas y edad. Para ello cuidamos mucho el patronaje para que nuestras clientas sientan que las piezas se adaptan perfectamente a ellas.
La flor significa delicadeza y romanticismo, y nos gusta combinarla con volumen y detalles vanguardistas.»
— Isabel Sanchís
P. ¿Cuál fue el mayor desafío de esta colección Bridal 2026 y qué prenda sienten que lo representa mejor?
R. Creo que el mayor desafío fue el tiempo. Terminamos con la colección de OI 25/26 que presentamos en Madrid en Febrero y en Marzo estuvimos en París, por lo que nos quedaba muy poco tiempo y queríamos hacer una colección muy trabajada.
Hemos presentado algunas piezas que se terminaron las últimas horas por la cantidad de trabajo que llevan detrás. Uno de ellos es el vestido inteligente de movimiento el cual tiene unos pétalos formando una flor que se mueven con la ayuda de unos servos y una batería.
Por otra parte, creamos una pieza en la cual trabajamos la estructura base además de la combinación de tejidos y bordado manual encima. El propio bordado lleva ya más de tres semanas de trabajo.
P. Con presencia en ferias como Nueva York, París, Madrid y ahora Barcelona, ¿cómo influye cada ciudad en su manera de mostrar moda y adaptarse a distintos públicos?
R. Cada ciudad recoge a una serie de compradores y por ello las presentaciones son diversas. En París se vende mucho más la moda de costura y por ello estamos en un showroom más acorde a la colección, en Barcelona trabajamos mucho la colección bridal con clientes internacionales y en Nueva York más los vestidos de cocktail y fiesta.
P. ¿Qué papel tiene la sostenibilidad en su trabajo artesanal y en la producción local desde su taller en Benaguasil?
R. Creo que nuestros procesos ya son sostenibles de por si ya que fabricamos bajo pedido y de este modo no hay desperdicios ni stocks. El trabajo artesanal es el proceso menos contaminante y así creamos piezas atemporales para ser guardadas y utilizadas durante años.
P. Y para terminar, ¿cómo sueñan el vestido de novia perfecto del futuro? ¿Qué elementos creen que nunca desaparecerán, por más que cambien las modas?
R. Creo que un vestido de novia perfecto debe siempre reunir ciertos requisitos. Debe tener una buena base de patronaje para que siente bien, detalles que marquen la diferencia y creen una pieza mágica.
Gracias, Isabel y Paula, por abrirnos una vez más las puertas de vuestro universo creativo, por recibirnos siempre con calidez y por recordarnos que la moda, cuando nace del alma, tiene el poder de emocionar. Nos sentimos afortunados de acompañar vuestro recorrido un año más y ser testigos de esa magia que solo vosotras sabéis crear —donde cada puntada es un gesto de amor y cada colección, un homenaje a la feminidad más auténtica.
PING PONG A ISABEL SANCHÍS Y PAULA MAIQUES
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