¿Dónde se dan los madroños?
En estos días de frío, los madroños maduros aparecen en los bosques mediterráneos. Tienen un color rojizo, son dulces y su época de maduración es otoño y a principios de invierno, justo cuando la gente sale a recoger setas por el campo.
Ahora bien, ¿dónde se dan los madroños y qué puede suceder si comes demasiados? ¡Te lo contamos!
¿Qué pasa si comes mucho madroños?
El madroño es un fruto comestible que se origina en un arbusto, familia de las Ericáceas. Tanto los frutos como las hojas de esta planta se utilizaron en medicina herbal, gracias a sus propiedades diuréticas y antisépticas. En principio eran utilizados para orinar más y eliminar así los gérmenes del tracto urinario.
Si no los conoces, decirte que los madroños son comestibles y no presentan ningún riesgo de toxicidad o similar.
Ahora bien, en algunos casos, su consumo puede ser contraproducente y desde aquí vamos a analizar qué sucede si se consumen en cantidades inadecuadas.
- En primer lugar decir que poseen bastante arbutina, una sustancia que procede de la hidroquinona que puede provocar toxicidad en el hígado en el caso de un consumo prolongado.
- Los tratamientos controlados con madroños son seguros, pues la hidroquinona se elimina a través de la orina. Sin embargo, es preferible no utilizarlos en el caso de personas que padecen enfermedades hepáticas.
- En cuanto a las infusiones realizadas con hojas de madroño, hay que tener precaución. Algunas plantas de la misma clase, como sucede en el caso de la gayuba o uva de oso, son ricas en taninos, lo que puede acarrear insuficiencia hepática con el tiempo.
- Además, como ya hemos mencionado, utilizarlas de forma prolongada (estamos hablando de más de 7 días seguidos) puede originar alteraciones en el hígado. De ese modo, si tienes cualquier patología en el hígado, insuficiencia hepática, cirrosis o hepatitis, debes descantarlas de tu dieta.
- También decir que, al contener taninos, los madroños son astringentes y pueden potenciar el estreñimiento.
- Además, este compuesto dificulta la absorción del hierro que procede de medicamentos, suplementos o alimentos. Por esa razón a la hora de comer este fruto, hay que tener precaución y no combinarlos con suplementos o alimentos de hierro para impedir precisamente que disminuya su absorción.
- Comer madroños maduros en cantidades abundantes resulta indigesto e incluso puede provocar estado de embriaguez al producir etanol, un fermento alcohólico.
Lo curioso es que, a pesar de que se trata de un fruto abundante, presente en prácticamente toda España, especialmente en las zonas mediterráneas, no abunde en los mercados y ejerza un papel tan poco relevante en nuestra gastronomía.