“Craftcore” o la tendencia más sostenible de 2021
Si algo positivo podemos sacar de esta sacudida que ha supuesto la crisis sanitaria y económica del Coronavirus, es el rumbo que ha tomado la industria textil. En un momento en que la moda empieza a virar sus horizontes, no nos extraña que la clientela se incline por aquellas prendas con mayor personalidad. ¿Y qué hay más personal que las piezas artesanas y customizadas? Por eso hoy queremos hablaros del “craftcore” y de las tendencias más sostenibles para las próximas temporadas.
La vuelta a los orígenes
Tantos meses de encierro en casa hicieron temblar los esquemas mentales que muchos de nosotros teníamos a cerca del consumismo. Y la moda fue, sin duda alguna, el sector más afectado. El mundo de la fast fashion sufrió un frenazo como pocos hemos visto anteriormente. Y a pesar de las pérdidas económicas que eso ha supuesto para los grandes y los pequeños comercios, debemos reconocer que el planeta ha podido respirar con un poco más de alivio.
Durante la pandemia las redes sociales se llenaron de DIY y de tutoriales para dar una vuelta a las prendas que ya teníamos por casa. Pues bien, dentro de este movimiento surgió lo que se ha llamado como “craftcore”.
¿Qué es el “Craftcore”?
Se define como una tendencia DIY que se solapa al upcycling, es decir, a rediseñar una prenda de segunda mano. Es bastante afín al patchwork, una tendencia que vuelve pisando fuerte tanto en las pasarelas —esta temporada lo hemos visto en Dolce&Gabbana— como en el street style.
Está claro que el éxito de cualquier moda se corona cuando algún famoso la defiende. Quizás eso es lo que ha sucedido con Dua Lipa y Harry Styles. La primera compartió algunas fotos en su perfil de Instagram luciendo unos pantalones totalmente customizados realizados por la artista Love Kat. Por otro lado, el intérprete viralizó un cárdigan de JW Anderson, quien posteriormente harían un tutorial para mostrar los pasos para poder realizarlo en casa.
Y así, sin más, las calles se han vuelto a llenar del colorido del punto crochet, de abrigos de patchwork y de prendas pintadas a mano con diseños exclusivos. Así es como las fashionistas han querido devolver el foco a la artesanía y a la singularidad que siempre aporta una prenda personalizada.
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