Conoce los beneficios del cupping

Esta antigua terapia oriental se usa para tratar problemas musculares, los tejidos conectivos y también la piel.
El cupping, también conocido como terapia con ventosas, es un método tradicional de la medicina oriental. Ayuda a mejorar el flujo de la sangre, a regenerar los tejidos y a deshacer las adherencias internas que obstaculizan la circulación de la energía vital.
¿Qué son las ventosas para masajes?
Las ventosas tradicionales de la medicina china son pequeñas campanas de vidrio que se aplican sobre la piel. El interior de las campanas suele calentarse antes de entrar en contacto con el cuerpo. Por eso, al enfriarse el aire, se produce un potente efecto ventosa (aunque actualmente existen ventosas de plástico y silicona que provocan la succión mediante bombeo).
¿Cómo funciona el cupping?
Lo primero a tener en cuenta es que las ventosas pueden aplicarse en distintas partes del cuerpo, aunque las más comunes son la espalda, el abdomen, el pecho, las piernas y las nalgas.
Existen también varios métodos para aplicarlas, pudiendo dejarlas fijas en un lugar durante un tiempo determinado o deslizándola sobre la piel. En este segundo caso, la zona del cuerpo deberá estar preparada con aceites corporales.
La técnica del cupping se ha usado, desde hace milenios, para desbloquear los circuitos por los que se mueve la energía vital. Los terapeutas, por lo tanto, aplican las ventosas respetando los meridianos por los que circula esta energía.
¿Cuáles son los beneficios del cupping?
- Estimulación del flujo sanguíneo y de la actividad metabólica. Estas reacciones, a la vez, favorecen una mejor nutrición de los músculos y, por lo tanto, aumentan el rendimiento corporal.
- Eliminación de residuos metabólicos que mejoran el aspecto de la piel de naranja.
- Alivia los dolores de espalda causados por tensiones musculares.
- Pueden aliviar también los cólicos menstruales y los problemas digestivos.
Los terapeutas también las usan para tratar las migrañas, lumbago, enfermedades del riñón, gripes o resfriados, alergias, hernias de disco o hipertensión.