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Con Bisila Bokoko: el Rincón de Asha en Centonze

Bisila Bokoko

Tengo el placer de entrevistar a una mujer a la que admiro profundamente y que es un referente para mí: ella es Bisila Bokoko, CEO y fundadora de Bisila Bokoko Embassy Services. Es una de las diez mujeres españolas más influyentes en el mundo de los negocios, defensora del empoderamiento de las personas a través del desarrollo personal, conferenciante, filántropa e ‘influencer’, entre muchas otras cosas.

Lideró organismos que promovían el comercio de empresas españolas en los EEUU, es colaboradora habitual de Naciones Unidas y ha creado incluso su propia empresa de vinos. Pero, por encima de todo, tiene una belleza y un magnetismo interior y exterior que te atrapan de lleno. Está feliz porque en pocas horas presenta su primer libro: “Todos tenemos una historia que contar”.

Y para reunirme con una mujer tan especial, necesitaba un restaurante realmente especial. Y ese es el Centonze (111). Lo encontramos en el corazón de Barcelona, en las míticas Ramblas, dentro del maravilloso hotel Le Meridien. El 111 combina un entorno de 10, con un trato de 10 y una cocina de 10, que respeta los productos de temporada y que combina cocciones tradicionales con toques de modernidad.

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Bisila Bokoko en el restaurante Centonze

Antes de empezar la conversación, aparecen en la mesa unos entrantes para compartir. Croquetas y patatas bravas. Dicho así puede parecer simple, pero en el Centonze nada es simple, nada se deja al azar. La croqueta de requesón y espinacas viene acompañada de una mayonesa de cítricos, la de pollo, guisado de forma tradicional para la ocasión, se da la mano con una mayonesa de carbón y, la de rabo de toro al vino tinto, lleva encima una lasca tan fina de tocino ibérico que se derrite solo con el calor de la misma croqueta. Son excelentes, croquetas de otro nivel.

Tú eres un modelo para muchas mujeres. ¿Cómo te defines?

Yo soy Bisila, madre, esposa, hija, hermana, amiga, prima. Me encanta viajar, y las cosas sencillas de la vida, como cocinar, reír, bailar, comer, la naturaleza, rezar, meditar, hacer deporte y soñar.

Bisila, tú dices: “Yo he diseñado mi vida”. ¿Cómo se diseña una vida?                                           

En principio decidiendo qué ingredientes le quieres poner a tu vida. Se diseña como se diseña un pastel o un vestido… Para mí lo que era realmente importante era tener una familia, tener un trabajo que me encantara, tener mi propio tiempo, viajar y hacer cosas interesantes cada día. Diseñar una vida significa tener claro qué es importante para ti, qué te hará feliz y luchar por conseguirlo.

Y si imagináis unas patatas bravas al uso, os equivocaréis de nuevo. No esperéis un trozo de patata con salsa. ¡Esto es diseño! La patata brava del Centonze está compuesta por 25 láminas de patata de 5 milímetros cada una, infusionadas en ajo, romero y tomillo, y acompañadas de un alioli equilibrado y de una salsa picante a base de chipotle. Un homenaje a todo un clásico de nuestras tapas.

¿Cómo se sueña en grande?                                                            

Yo he soñado siempre en grande porque he tenido unos padres que han sido soñadores en grande. Mis padres son inmigrantes y yo siempre digo que yo soy una doble inmigrante, porque vengo de una familia de inmigrantes africanos en España y luego yo emigro a EE.UU. Mis padres nos han enseñado a querer una vida mejor que la de ellos, a darnos cosas a las que ellos en su momento no tuvieron acceso y esto te marca unas metas altas, te convierte en soñador. Mis padres siempre nos decían lo mismo: soñad en grande. Mi padre siempre me imaginaba en grandes puestos y de muy pequeña me daba biografías de mujeres referentes para que las leyera, para que me sirvieran de inspiración. Y creo que eso me ha llevado a lograr todos mis sueños a nivel profesional, con mucho esfuerzo y con mucha determinación. Uno de esos grandes sueños, que ahora se ha hecho realidad, ha sido escribir mi primer libro.

Tú nos dices que eres como un “híbrido cultural”. ¿Qué aportan entre sí y al mundo las diferentes Bisilas?

Ser un híbrido cultural es la oportunidad de ser flexible y tolerante con el resto. Mirar al mundo entendiendo el valor de todos y cada uno de los seres humanos, entendiendo la riqueza de la diversidad. ¡Lo que en un principio pensé que era un fastidio y me generaba crisis de identidad, con el tiempo he logrado integrarlo y crear un cocktail que creo que ha conseguido tener un buen sabor!

Nuestro siguiente plato es también un híbrido, una mezcla de culturas. Una foccacia que en su masa esconde algas y un pequeño langostino blanco típico de Lampedusa, coronada con el salmonete con naranja, como se vende en Turquía, y una mermelada de tomate que hace esta combinación de sabores realmente increíble.

¿Te has encontrado con barreras por ser mujer, por tu color de piel o por provenir de otra cultura?

Cuando era pequeña era la única niña negra de mi clase, desde el colegio hasta la universidad. Cuando los niños me llamaban negra y yo iba llorando a mis padres, simplemente me decían: eres negra y eres mujer y, por tanto, tendrás más barreras que saltar en la vida.

Pero creo que muchas de las barreras me las he puesto yo misma, porque partían de mis propios límites, de mi propia mente y, dependiendo de mi nivel de conciencia en cada momento de la vida, eran más o menos altas.

Las barreras exteriores, por ser mujer, por ser negra, son las barreras de otros, no son las mías. Cuando tú vives mirando siempre hacia afuera, esperando la aprobación externa, vives en una cárcel que te has creado tú misma. Y cuando realmente te empiezas a escuchar a ti misma, escuchas tu propia voz y apagas todos esos ruidos externos, es cuando puedes romper todas las barreras.

¿Cómo y cuándo empiezas a reconectar con África?

Mi reconexión con África empieza en el año 2009 cuando cumplo 35 años y noto un cambio en mí, se despierta una necesidad de conocer mis raíces para descubrir quién soy en realidad. Conocía África solamente a través de los libros y a nivel filosófico y geopolítico. Deseaba más y decidí que mi regalo de cumpleaños fuera ir a África y, gracias a aquella experiencia, ahora gran parte de mi trabajo está relacionado con ese continente.

¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje?

Tengo mi lema «Lo que crees, creas». Cuando crees en ti y superas las barreras de tu propia mente, eres capaz de hacer realidad lo que en un principio parecía imposible, puedes crear lo que te propongas.

Y también seguimos aprendiendo de cocina y de tradiciones. La vieira con crema de romesco, hinojo a la vainilla y vinagreta de coral, es una delicia que fusiona tradiciones de todo el Mediterráneo.

Bisila Bokoko African Literacy Project (BBALP), es tu proyecto de llevar bibliotecas a las zonas rurales de África. Cuéntanos un poco cómo nació.

De pequeña conocí África a través de los libros, era la forma que tenían mis padres de conectarnos con nuestra cultura, con nuestras tradiciones y nuestros ancestros. Así que, cuando llegué a África, pensé que los libros podían ser también un vehículo para que sus habitantes conocieran otras realidades, tal como había hecho yo de pequeña.

Y encontré un propósito que me llenaba: apoyar a las mujeres y extender el amor por la lectura, para que las personas pudieran viajar con sus mentes a todos los lugares del mundo, como yo lo hice a África a través de los libros, cuando era solo una niña. Empezamos con una biblioteca en el país que vio nacer a mis padres y el proyecto se ha ido extendiendo, más bibliotecas, más países. ¡Quiero que la gente sepa que lo que crees, creas!

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¿Tu propósito de vida ha sido el mismo siempre?                                               

No, mi propósito ha ido evolucionando en la medida en la que yo he ido evolucionando, aunque hay un valor que ha permanecido en el tiempo, la libertad. Por eso decidí «diseñar mi propia vida».

Para organizar tu día a día apuestas por el foco total en las cosas que haces y llevas un diario. Explícanos cómo te ayuda esto.

Desde que era muy pequeña escribía mis pensamientos y eso me ayudaba a tener foco, a centrarme en las coas. Para mí es una forma terapéutica de poder entenderme a mí misma y conocerme mucho mejor. Es una práctica que llevo haciendo toda mi vida. Antes, yo era de esas personas que trabajaban 16 horas al día y siempre tenía la sensación de que nunca tenía tiempo para mí ni para mi familia. Entonces cambié de foco, decidí vivir las cosas que me sucedían con los cinco sentidos. Si estoy contigo, estoy contigo, estoy aquí y quiero mirarte a los ojos y tener la sensación de que estoy aquí presente, no es momento de estar mentalmente en ningún otro lugar.

¿Cómo conciliáis la vida familiar y la profesional?

En mi caso están mezcladas, porque mis hijos están muy acostumbrados a viajar, a ser parte de mis sueños y de mis proyectos. Cuando estoy con mi familia, estoy con mi familia y tenemos ciertas ceremonias familiares que nos gusta cumplir juntos y no dejamos que el trabajo nos lo impida. Y algo que es sagrado, siempre tomo mis vacaciones para que coincidan con las suyas. Pero, como te comentaba, vivimos muchas cosas profesionales como parte de nuestra vida familiar.

Siguiendo con este recorrido culinario que fusiona la tradición con la modernidad, nos llega a la mesa un clásico reinterpretado, el cochinillo. No esconden el producto, pero le dan distintas cocciones para que, la melosidad de la carne y el crujiente de la piel características de este plato, suban a un nivel superior y conviertan este clásico en un plato ligero, aunque parezca imposible. Y como en el Centonze nada es simple, las verduras que nos sirven como acompañamiento han sido infusionadas, cada una con los productos que mejor le van, antes de darle un toque de Josper a 400º. Son el acompañamiento, pero podrían perfectamente ser un plato para disfrutarlo solo.

Llevas ya más de 20 años viviendo en Nueva York. ¿Cómo te acogió la ciudad?                             

Pues al principio no me acogió nada bien, era un mes de enero con un frío… realmente fue muy duro. Durante los primeros tres o cuatro meses, siempre tenía la sensación de querer volver a mi casa, porque Nueva York es una ciudad que es hostil en sí misma. El cambio de cultura fue importante. Allí tienes una sensación de gran soledad que al principio es muy difícil de llevar, pero que me ha enseñado a vivir conmigo misma y a ser mi mejor compañía. Fueron unos años durísimos, pero con el tiempo, te crece como una segunda piel y ya te acostumbras a todo.

Creaste un proyecto para llevar la paella, la comida por excelencia de tu ciudad natal, al mismo Manhattan. ¿Cómo eran las paellas party en Nueva York?                                         

Mi primera paella party fue en el año 2006. Lo que hicimos fue ayudar a una empresa a preparar una paella para 20.000 personas en Central Park y fue impresionante. La cultura de la paella es la cultura del compartir y los americanos estaban felices de vivir esto. Luego la empresa española de especias Carmencita se inspiró en esto para promocionar sus productos y empezamos a hacer las paellas party y a la gente le encantan.

“Abrir puertas. Reducir brechas y hacer conexiones”son tres de los pilares de tu vida profesional. ¿Cómo canalizas los tres conceptos en tu negocio Bisila Bokoko Embassy Services (BBES)?

Acompañar a las empresas y a las personas a que abran las puertas hacia otros mercados es algo que llevo haciendo desde el año 2000. También les apoyo para que abran la mente, a que sueñen en alcanzar lo que parece imposible en un principio. Las llaves de las puertas están en nosotros y tenemos que encontrarlas y usarlas. Las brechas las debemos reducir desde nuestro interior primero y después, a través de nuestra voz y nuestras acciones, podemos conseguir los cambios. Y debemos poner la escalera para que otras personas suban detrás nuestro.

El network es todo y, hacer alianzas estratégicas y apoyar a otras empresas y personas para que expandan sus horizontes es parte de mi ADN y del de mi empresa. Desde BBES hago que confluyan todos estos elementos, dotando de herramientas clave a personas y empresas para poder expandir sus horizontes y convertirse en personas y empresas globales.

¿Qué le dirías a una mujer que sueña con emprender pero las limitaciones frenan sus objetivos?

Las grandes limitaciones están en nuestra mente, cuando tu deseo de crear la vida a tu medida sea más grande que tus miedos, podrás emprender. Hace falta rodearse de personas que te inspiren y apoyarte en una mentora o mentor que hayan transitado el camino que quieres emprender. Si te mueve la pasión, estás en modo creador y si te mueve el miedo, estás en modo víctima de las circunstancias.

¿Por qué es una buena noticia tener referentes femeninos como tú? ¿Qué mujeres te han inspirado a ser la persona que eres hoy en día?

Creo que tener referentes es esencial para poder saber hasta dónde podemos llegar. Muchas veces no somos conscientes de nuestro potencial y cuando lo vemos en otra persona empezamos a creer que es posible. He tenido los primeros referentes en mi bisabuela que fue fundadora de un colegio femenino en Malabo (Guinea Ecuatorial) en los años 50. Las mujeres de mi familia siempre han sido mujeres fuertes, con proyectos de vida intensos y que han luchado por lo que querían. Y ahora mismo estoy rodeada de mujeres que me inspiran.

Antes hablábamos de paella, el plato por excelencia de la tierra de Bisila, y de cómo lo exportó a EE.UU. No podía faltar un arroz para que la experiencia gastronómica en Centonze fuera completa. En este caso, un arroz mar y montaña con pulpo y butifarra de payés. Como todo lo que hacen, excelente, con producto de primera calidad y con el punto de cocción que cualquier amante del arroz exigiría. Una delicia para los sentidos.

¿Cuál es la huella personal que quieres dejar a las generaciones de niñas que vendrán?

Que sueñen sin límite y sin fronteras, que se dediquen a lo que realmente les guste sin tener en cuenta la brecha de género ni las circunstancias. Si son capaces de romper las estructuras mentales que les auto-limitan, el mundo estará en sus manos para dedicarse a lo que quieran. Y que no es necesario sacrificar la vida personal para conseguir logros profesionales, lo importante es ser feliz.

¿Estás preparada para hacer realidad tu nuevo sueño?

Sí, mi gran sueño se ha cumplido: he escrito mi primer libro “Todos tenemos una historia que contar”. Espero que sea de inspiración para otras mujeres y hombres, que las vivencias y aprendizajes que comparto en él, sean herramientas que muchas personas puedan utilizar para lograr sus sueños. Y ahora ha llegado el momento de presentarlo. Será un evento hecho con mucho amor y lleno de sorpresas.

Después de soñar junto a Bisila, rematamos la experiencia gastronómica que el chef del Centonze nos ha ofrecido con una selección de postres que harán las delicias de los amantes del dulce. Ha sido un día realmente enriquecedor, conversando con una mujer que tiene mucho que contar y sintiéndonos superbién acogidas en este maravilloso restaurante en el corazón de Barcelona.

Y puedo dar fe de que la presentación del libro fue un éxito. Bailamos, cantamos, lloramos de felicidad y creímos de verdad que “los sueños no tienen límite”.

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