Cómo poner solución a las marcas que deja el acné

Dependiendo de nuestra piel, del tipo de acné que hayamos tenido y de cómo lo hayamos tratado, pueden salir marcas de un tipo u otro. Descubre cuáles y cómo tratarlas.
Según las estadísticas, alrededor del 80% de la población sufre acné en algún momento de su vida, sobre todo en las edades comprendidas entre los 11 y los 30 años. Si formas parte de ese porcentaje, es probable que el acné te haya dejado marcas en la piel. Sin embargo, dependiendo de nuestra piel, del tipo de acné que hayamos tenido y de cómo lo hayamos tratado, pueden salir marcas de un tipo u otro. Los principales tipos de marcas post-acné son:
- Atróficas. Según Natalia Abellán, directora técnica de Ambari, estas se notan sobre todo cuando hay luz directa hacia nuestra piel o desde determinados ángulos, revelando un aspecto de piel muy poco uniforme o lisa.
- Picahielo. Se llaman así cuando son agujeros muy profundos pero muy pequeños, parece que hayan sido provocadas por un punzón.
- Hipertróficas. Según Estefania Nieto, directora técnica de Omorovicza, estas se muestran sobre la piel creando sobre relieves, como montículos sobre el tejido. Esto suele asociarse con quienes hacen queloides y no cicatrizan adecuadamente.
- En furgón. Son las que representan un socavón como cuadrado, según Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
- Onduladas. Estas revelan un hueco grande que tiene, a su vez, ondulaciones en su interior.
- Hiperpigmentadas. Son aquellas que dejan una mancha en la piel similar a la de las manchas solares, según explica Isabel Reverte, directora técnica de Rosalique.
¿Qué produce las marcas de acné?
Las marcas de acné no dejan de ser cicatrices que, por el proceso inflamatorio o por explotar los granitos, crean costras que no terminan de cicatrizar. Normalmente, «se produce una cascada de colágeno, que se rompe y genera la aparición de las diferentes cicatrices», argumenta Marta Agustí, experta en cosmética y asesora en Purenichelab.com. No obstante, es importante tener en cuenta que algunas personas son más propensas a las cicatrices del acné que otras y, si bien puedes tomar ciertas medidas para evitarlo, a veces depende mucho de la suerte y de tu componente genético.
«Las cicatrices ocurren como resultado de una lesión en la piel y, en el caso del acné, la lesión está relacionada con el exceso de producción de aceite, inflamación y bacterias», explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode. «Cuando la piel está lesionada o dañada de alguna manera, trata de auto repararse y, al hacerlo, deja una cicatriz detrás. Afortunadamente, muchos brotes que son más superficiales se curan con el tiempo sin ninguna marca significativamente notable, mientras que otros, más profundos o más virulentos, pueden ser fuente de una cicatriz más pronunciada. Y, precisamente por eso, se aconseja evitar explotar granitos, ya que hacerlo aumenta las probabilidades de lesiones en la piel y, por tanto, de cicatrices», argumenta Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
Cómo tratarlas en casa

No te sorprenderá saber que tu mejor aliado es el retinol y otros miembros de su familia, como el retinal. «Antes de la cicatriz, por un lado, en la fase de acné, principios como el retinal tienen función antibacteriana. Aparte, son profundamente seborreguladores, por lo que reducen la incidencia de futuros granitos», explica Elisabeth San Gregorio. «Una vez tenemos ya cicatrices, los retinoides también son buenos compañeros en la batalla: aceleran el proceso de regeneración de la piel y la vuelven más rica en colágeno, lo que ayuda a ir reduciendo las posibles marquitas con un uso constante», añade la experta.
Por otro lado, los exfoliantes pueden ser poderosos aliados en las marcas de acné, ya que «ayudan a renovar también la piel y mejorar la textura», comenta Natalia Abellán. «Además, los exfoliantes pueden ayudar a seborregular y evitar la proliferación de determinadas bacterias que pueden producir el acné», añade. De esta forma, con ellos podemos prevenirlas y revertirlas.

Por último, los antioxidantes y SPF son fundamentales porque pueden evitar determinadas marcas, «sobre todos las de pigmentación postinflamatoria, al proteger a la piel de la acción de los radicales libres y de la radiación», defiende Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour, comenta: «principios como el ácido ferúlico o la vitamina E son grandes aliados, al igual que los extractos botánicos de plantas como el loto». Pero no solo ellos, «otros como la vitamina C, que además de prevenir, ayuda a revertir. Consigue mejorar la síntesis de colágeno y elastina y también ayuda a inhibir la producción de melanina, mejorando el tono y la textura de la piel», añade Sonia Ferreiro.

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