Clínica Jané: Evolución de la estética dental

A día de hoy en el sector de la odontología ¿se puede corregir todo? ¿Cómo evolucionará en un futuro?
Sí. Los avances que se han conseguido son ciertamente impresionantes en la estética dental.
Cuando ves a una persona de 90 años con una boca con todos los dientes impecables, tienes que ser consciente que estás viendo un milagro, algo que nunca antes se había vivido. Nuestra capacidad técnica está prácticamente en el límite. En el futuro se espera que los propios dientes puedan regenerarse a partir de tratamientos con células madre.
La innovación y la excelencia son parte de la tradición en su familia…
Mi padre fue un dentista singular, de los que contribuyeron a la transformación de un oficio para convertirlo en la disciplina científica que es hoy. Sus hermanos mayores se habían marchado a Estados Unidos y uno de ellos, Rafael, que se había formado como dentista, regresó a Barcelona y creó la Clínica Americana, en el Paseo de Gracia. En ella incorporó todas las innovaciones tecnológicas norteamericanas. La clínica fue un éxito, pero su mujer no se adaptó a España y regresaron a Estados Unidos. Fue mi padre, a partir de entonces, quien la continuó. Durante un tiempo, con la clínica en el Paseo de la Bonanova, estuvimos juntos al frente mi hermano y yo. Ahora trabaja ya la tercera generación que mantiene esa misma filosofía inicial, basada en el conocimiento, la ciencia, en la ambición de utilizar la tecnología más moderna, segura y efectiva, en la ética y la deontología. Esto último es muy importante.

¿Qué significa la ética en la odontología?
Cuando cualquier persona no experta dice que su dentista es muy bueno, es muy probable que lo que esté diciendo en realidad es que su dentista no le hace daño, porque el dolor es lo único que puede percibir (además de la imagen externa del consultorio). Que el trabajo del dentista sea del todo correcto dependerá del esfuerzo en muchas tareas de las que solo el dentista sabe. Porque existe una odontología rápida, de soluciones cosméticas y económicas que aseguran resultados milagrosos pero que solo esconden el problema.
Entonces, ¿cómo distinguimos un buen dentista de uno mediocre?
En un ambiente hospitalario, es el propio centro el que velará para que el médico sea bueno, pero en un ambiente individual de práctica privada, el paciente depende de la integridad del dentista, que –por suerte– en la mayor parte de los casos es buena. Hay que decir que el nivel de la odontología en España es muy alto, mucho más que en la mayor parte de los países europeos.
Usted ha estado vinculado a la universidad y a la docencia toda su vida, ¿cree que la formación de los jóvenes de hoy es mejor que en el pasado?
Es difícil decir si la formación es mejor o peor, lo que sin duda puede afirmarse es que la odontología ha mejorado mucho.

¿Por los avances tecnológicos?
Los materiales son lo que hacen avanzar a la odontología y en la estética dental. Por ejemplo, un material blanco como los composites era usado por los americanos para la cobertura de las naves espaciales y, a partir de ahí, por sus particulares propiedades se buscaron aplicaciones alternativas y una de ellas fue para la realización de empastes.
Y la estética dental sigue siendo importante en la odontología
Antiguamente, la odontología estaba muy centrada en la función masticatoria. Pero hoy en día, la odontología o es estética o no es odontología. No tiene ningún sentido que no lo sea. Cuando se pierde un diente o se rompe una muela solo hay una forma de reproducirla: tal como era. Los dientes son unos órganos que finalizan su crecimiento entre los seis y los ocho años, que están sometidos a condiciones extremas de frío y calor, en constante desgaste, pero que han de durar cada vez más años, teniendo el material más duro de nuestro organismo –el esmalte–que no se puede reproducir.
¿Las impresoras 3D ayudarán a conseguir ese diente perfecto idéntico al natural?
Desde la óptica de la tecnología, el futuro son impresoras 3D. Y no solo las impresoras, las fresadoras y toda la tecnología 3D ha dado un giro impresionante a la profesión. Por ejemplo, hoy y aquí: usamos un pequeño escáner 3D, parecido a un lápiz, para obtener la cavidad existente con completa precisión; la enviamos inmediatamente por Internet para que, en unos minutos, un especialista diseñe remotamente la forma y, de nuevo aquí, una fresadora se pone en marcha y nos proporciona la pieza. Todo esto puede pasar en poco más de una hora. Hay pacientes dormidos con sedación que se despiertan y se encuentran con una boca nueva, gracias a la estética dental moderna.
Se trata de un gran cambio. Pero, desde una óptica social, el futuro deberá ser la desaparición de la caries, que la gente no pierda los dientes. Y eso no es un imposible. Se puede conseguir; es una cuestión esencialmente de higiene dental.
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