Clínica Dermatológica De Felipe
En la Clínica De Felipe son especialistas en ofrecer soluciones a los problemas de la piel y al envejecimiento cutáneo. Su equipo está formado por profesionales expertos en medicina estética y dermatología y dispone de médicos en sus centros de Barcelona, Madrid y Londres.
Uno de los campos revolucionarios que ha evolucionado mucho desde el siglo XX es el uso del láser para rejuvenecer y en ello son especialistas en la Clínica De felipe. Originalmente estos aparatos fueron ideados para eliminar manchas, tatuajes, pelo, etc., pero pronto se descubrió que su valía era demostrable en muchos otros campos.
La rosácea es uno de los problemas dermatológicos más comunes. Una de las consecuencias que más afecta a la población que la padece es la aparición de venitas pequeñas en la nariz y las mejillas. En sus inicios, el Dr. De Felipe se formó empleando los láseres de color verde (KTP o IPL) y el de color amarillo (el láser colorante compulsado) para eliminar estas pequeñas venas.
Resultados
Con el tiempo se observó que la textura general de la piel y la rosácea mejoraban considerablemente. Además, se descubrió que el calentamiento general que experimenta la piel hace que las enormes glándulas sebáceas que tienen estos pacientes se derritan y reduzcan, mejorando considerablemente todo el aspecto de la piel y resolviendo el problema.
Además, el uso de estos tipos de láser en la piel detiene la destrucción de colágeno. El colágeno —que es el componente más importante de la piel— se va reduciendo con la edad dando pie a la aparición de arrugas y flacidez. Los niveles de colágeno no solo dependen de su fabricación, sino también de detener su destrucción como lo hacen estos láseres. En teoría, si una persona se realiza un IPL o un láser infrarojo o no ablativo o fraccionado cada dos o tres meses, tendría el mismo aspecto pasados 20 años sin envejecer.
También el acné ha encontrado una mejora y solución con el uso de los nuevos láseres. Es una afección que puede durar años y se produce cuando las glándulas sebáceas de algunas personas son demasiado grandes y su producción no puede ser drenada al exterior. Los láseres infrarojos permiten reducir y derretir el sebo de estas glándulas con lo que muchos pacientes tratados no vuelven a tener acné posteriormente; a diferencia de otros muchos tratamientos.
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