Casa Alfonso, historia y exquisitez en el centro de Barcelona

Hasta que el primer Alfonso García fundara Casa Alfonso, el establecimiento que hoy conocemos funcionaba como un almacén de curtidos. La familia García, que adquiere el espacio en 1934, fue construyéndolo poco a poco, durante un período de nuestra historia especialmente complejo, debido a la Guerra por la que atravesaba España durante aquellos años, y que se extendió hasta 1939.

La prueba palpable de que tradición e historia se conservan vivas entre las paredes de Casa Alfonso, existe en cada detalle de su aspecto actual: la barra de mármol, que hasta hoy continúa intacta, comenzó a construirse a trozos y es por eso que, al observarla bien, pueden apreciarse las diferentes gamas de colores que la componen, así como sillas y suelos, que se mantienen hasta hoy en perfecto estado de conservación, los mismos desde hace más de 80 años.

Casa Alfonso, sobresalía ya desde sus inicios por la excelente calidad de sus embutidos y su característico Jamón, tan afanoso de encontrar durante aquellos difíciles años en los que sólo existían otras 3 charcuterías en Barcelona: Porta, Tívoli y Casa Pepe. Cada una de estas emblemáticas propiedadades de nuestra ciudad forman parte también de la historia del primer Alfonso García, habiendo sido fundadas, cada una de ellas, por sus tres grandes amigos y compañeros de “El Tostadero”, trabajo donde se iniciaron juntos antes de fundar cada uno sus propios negocios durante los años 30.

Casa Alfonso Restaurante, Charcutería, Café, tal y como hoy la conocemos,  con una selecta carta de platos y tapas, convirtiéndose en la imprescindible referencia gastronómica que hoy representa, y del que ya es responsable la tercera generación de Alfonsos.