Beneficios del entrenamiento de fuerza en la tercera edad

Este tipo de entrenamiento se ha convertido en un pilar esencial para promover el bienestar en la tercera edad.
La tercera edad es una etapa de la vida que, a menudo, se asocia con la disminución de la actividad física y la pérdida de fuerza y vitalidad. Sin embargo, es precisamente en este momento cuando la actividad física cobra una importancia significativa para mantener la salud y mejorar la calidad de vida. En particular, el entrenamiento de fuerza se ha convertido en un pilar esencial para promover el bienestar en la tercera edad. Desde Activarte, uno de nuestros centros de entrenamiento y rehabilitación deportiva de referencia en Barcelona, nos cuentan por qué el entrenamiento de fuerza es tan importante en la tercera edad.
A medida que envejecemos, nuestros músculos tienden a perder masa y fuerza, lo que puede dar lugar a una serie de problemas de salud, como la fragilidad, la disminución de la densidad ósea y la pérdida de independencia funcional. El entrenamiento de fuerza, que implica levantar pesas o realizar ejercicios de resistencia, puede contrarrestar estos efectos negativos y brindar una serie de beneficios notables.
Principales beneficios
Uno de los beneficios más destacados es la mejora de la masa muscular. El aumento de la masa muscular, contribuye a mejorar la capacidad para realizar actividades cotidianas como subir escaleras, levantarse de una silla o cargar objetos, lo que mejora la independencia y la calidad de vida.
Además, el entrenamiento de fuerza también puede ayudar a combatir la pérdida de densidad ósea. Este es un problema común en la tercera edad que aumenta el riesgo de fracturas. Los ejercicios de carga, como levantar pesas, estimulan la formación de hueso, lo que puede fortalecer el esqueleto y reducir el riesgo de osteoporosis.
La mejora de la fuerza muscular no solo beneficia al cuerpo sino también al cerebro. Estudios han demostrado que el ejercicio, incluido el entrenamiento de fuerza, puede tener un impacto positivo en la función cognitiva en adultos mayores. Puede ayudar a mantener la agudeza mental, la memoria y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.

Por otro lado, el entrenamiento de fuerza puede ser un aliado en la gestión de afecciones crónicas comunes en la tercera edad, como la diabetes tipo 2 y la artritis. Ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y a reducir la inflamación, lo que puede mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas enfermedades.
Otro beneficio crucial es la prevención de caídas. La fuerza y la estabilidad mejoradas derivadas del entrenamiento de fuerza pueden reducir significativamente el riesgo de caídas, un peligro importante para los adultos mayores que puede dar lugar a lesiones graves. Además, si se produce una caída, tener una mayor masa muscular y fuerza puede ayudar a recuperarse más rápido.
Las claves del entrenamiento de fuerza
Es importante destacar que el entrenamiento de fuerza no se trata solo de levantar pesas pesadas. Puede adaptarse a las necesidades individuales y a las capacidades de cada persona, lo que lo convierte en una opción accesible para la mayoría de los adultos mayores. Las rutinas de ejercicios pueden incluir ejercicios de resistencia con bandas elásticas, pesas ligeras o simplemente el uso del peso corporal.
En resumen, la actividad física, y en particular el entrenamiento de fuerza, desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud y el bienestar en la tercera edad. Ayuda a mantener y mejorar la masa muscular, fortalece los huesos, mejora la función cognitiva, controla afecciones crónicas, previene caídas y, en general, contribuye a una vida más activa y satisfactoria. Para los adultos mayores, nunca es demasiado tarde para comenzar a aprovechar estos beneficios y vivir una vida más saludable y plena.
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