Agatha Ruiz de la Prada: explosión de dulzura en la pasarela

Pasteles, donuts, regalos, confeti y serpentinas al ritmo de la música de Alaska
El universo Agatha se reinventa en otra fiesta, pasamos de los bañadores imposibles a enormes vestidos. Es una colección para una mujer que se quiere sentir la reina de la fiesta, formada por piezas únicas que representan la diversión, que nos sumergen en una divertida celebración donde el cuerpo se viste con trajes en forma de donut, en enormes piruletas y caramelos. En lacasitos y macarons que se reinventan para formar enormes faldas, vestidos y abrigos oversize, elegantes tops y faldas acampanas. Las ya clásicas cintas multicolores de la casa se combinan con serpentinas que forman elegantes cuellos, y se mezclan con confeti de purpurina que se maxifican para hacer espectaculares vestidos asimétricos o adornar el interior de faldas transparentes.
En general todas las formas están maxificadas con patrones oversize. Faldas maxi en forma de media esfera o acampanadas, vestidos abullonados que se convierten en caramelos o cupcakes con tejidos de espejo, enormes volantes forman escarapelas, los vestidos largos son rectos con magas piruletas, cuellos en forma de donuts o con una maraña de serpentinas multicolor. Las asimetrías están presentes en forma de enormes confetis o con cintas multicolores. Los vestidos vaporosos cogen su forma definitiva gracias al helio de los globos que los adornan. Cajas con regalos formando faldas y lazos que envuelven vestidos.
En este desfile la diseñadora mezcló los tejidos más nobles como el terciopelo de algodón, o el shantung y muselina de seda con lycras con diferentes acabados que van desde el brillo a las metalizadas, tules, lentejuelas de diferentes tamaños, lúrex y neoprenos. Paños de lana que se mezclan con plásticos de colores o transparentes, tejidos con efecto de espejo. Todo ello adornado con «toppings» multicolores hechos con materiales plásticos o de papel.
Piezas que forman una colección en la que se combinan los cortes clásicos como la manga japonesa, escotes barco o cuellos caja y prendas oversize con las típicas estructuras de la casa en forma de corazones gigantes (ya un clásico), formas tarta, cubos o medias esferas y enormes volúmenes cónicos y acampanados.