5 pueblos bonitos en los Pirineos catalanes para conectar con la naturaleza
En verano, a veces se está mejor en la montaña que en la playa. Descubre cinco pueblos de los Pirineos catalanes en los que evadirte esta temporada.
A lo mejor te extraña que, recién entrado el verano, hablemos de pueblos de montaña, pero la época estival también es un buen momento para conectar con la naturaleza lejos de las abarrotadas playas. De hecho, en verano a veces se está mejor en la montaña que en la playa gracias a la tranquilidad que aporta y a que hay menos humedad. Así que, ahora también es un buen momento para cambiar la arena de la playa por el verde de la montaña y el agua del mar por el agua del río. Por eso, te traemos 5 pueblos de los Pirineos catalanes para disfrutar de la naturaleza incluso en verano.
Unha
Unha es un pequeño pueblo de la Vall d’Aran de unos 100 habitantes que es famoso sobre todo por su iglesia románica de Santa Eulalia. Tiene unas vistas espléndidas del valle, el glaciar y los picos de La Maladeta. Además, también merece la pena visitar el Museo de la Nieve de Unha, igual que sus calles que tienen un encanto especial tanto en invierno como en verano.
Camprodón
Camprodón se encuentra en la comarca del Ripollès, en el corazón de los Pirineos gerundenses. La imagen de su puente es la más conocida, pero en su patrimonio también se encuentran iglesias y ermitas de estilo románico. Además, en el término municipal de Camprodón se produce la fusión del río Ter y el Ritort, por lo que cuenta con numerosas fuentes tanto dentro como fuera del núcleo urbano. Es uno de los pueblos de los Pirineos catalanes más conocido y no es de extrañar.
Queralbs
Queralbs es otro pueblo de la comarca del Ripollès que se encuentra en medio de una montaña y tiene el encanto de cualquier municipio con casas de piedra y tejados de pizarra. Pero no solo merece la pena por sus calles y montañas sino que también se puede visitar su iglesia románica del siglo X y las ruinas de su castillo del siglo XIV o XV.
Vielha
Seguro que la imagen de Vielha cubierta de nieve no te ha pasado desapercibida, ya que es un lugar de lo más turístico en invierno. Se trata de la capital de la Vall d’Aran y es una localidad con casas de piedra y tejados de pizarra gris con un gran encanto. Está rodeado de montañas, por lo que las rutas de senderismo para disfrutar de la naturaleza están aseguradas. Pero también cuenta con un casco antiguo precioso y una fábrica de lana de finales del siglo XIX.
El Querforadat
El Querforadat en realidad es una entidad de población del municipio de Cavá, en la comarca del Alt Urgell. Este pueblo tan solo cuenta con una veintena de casas que conservan la esencia de antaño: paredes de piedra y tejados rojizos. Se encuentra al pie de la sierra del Cadí y a orillas del río Quer, por lo que el paisaje es impresionante. Sin duda, es uno de los mejores pueblos de los Pirineos catalanes para desconectar y conectar con la naturaleza.
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