4 smoothies de café que cambiarán tus mañanas.

Que levante la mano el que, como mínimo un día a la semana, se levanta corriendo de la cama y con las prisas acaba tomando solo un café en el desayuno. Dejando de lado nuestras buenas intenciones y los grandes propósitos de año nuevo, las mañanas no suelen ser tan tranquilas y zen como nos gustaría.

Por eso proponemos 4 originales y rápidas recetas para que mantengáis un hábito saludable por las mañanas —porque todos sabemos que el desayuno es la comida más importante del día— aunque andéis justos de tiempo. Esto no nos va a convertir, por arte de magia, en personas “súper productivas” por las mañanas, pero quizás la energía que te proporcione el café en estos brebajes pueda ayudar un poco.

Nuestra primera propuesta es un smoothie de café con leche de coco y anacardo. Esta es una de esas propuestas que pueden llamarse ganadoras, ya que sabe exactamente igual que un batido clásico pero no lleva absolutamente ningún tipo de azúcar. Para ello puedes usar un plátano congelado de tamaño pequeño, proteína de vainilla en polvo, anacardos, coco rallado y café. Para endulzarlo puedes añadir dátiles, un poco de canela o una cucharadita de manteca de cacahuete.

Y los cacahuetes serán también los protagonistas de nuestro siguiente smoothie. Esta es una propuesta muy sencilla: tan solo tienes que mezclar bien tu espresso favorito con una cucharada de mantequilla de cacahuete, que además de tener un sabor exquisito aporta una gran fuente de proteínas.

La siguiente opción es una versión healthy del famoso Salted Caramel Mocha Smoothie. La combinación del dulce y el salado es siempre una buena opción, ¿verdad? Pues esta bebida, además de ser deliciosa, tiene un pequeño secreto: hemos substituido el sirope de caramelo por dátiles, extracto de vainilla y cacao en polvo para conseguir el sabor del caramelo.

Y por último, Peppermint Mocha Smoothie que nos recuerda a las típicas bebidas navideñas. Pero no hay razón para no alargar el uso de esta receta unos meses más, ya que es ideal para los días de frío. Y es tan sencilla como añadir un poco de extracto de menta al café, un poco de plátano, leche de almendras y caco en polvo. Añadir un poco de nata batida con virutas de chocolate y menta fresca es también una opción algo más fancy para los días que se antojan más dulces.